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Periódico / Partido

Miércoles 10 de septiembre de 2008

Argentina



Christian Castillo del Partido de los Trabajadores Socialistas
(PTS)

La V Conferencia de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional ha discutido esta semana con el telón de fondo del agravamiento de una crisis capitalista que no es simplemente estadounidense sino internacional.

Vean sino compañeros lo que dice un artículo del diario El País del Estado Español: “La mala sombra de la recesión se alarga de manera imparable desde Estados Unidos hacia Europa. Los políticos se han vuelto cautos y han renunciado ya a fijar una fecha para la recuperación económica. Hay que ir olvidando que el buen tiempo llegaría en la segunda mitad de 2009. La tormenta financiera provocada por las hipotecas de alto riesgo que estalló en agosto pasado en Estados Unidos ha contagiado también a numerosos bancos europeos y empieza a afectar a la economía real. Nadie se atreve a pronosticar hasta dónde se hundirá el barco” (El País, 25/07) (...) Desde que comenzó la crisis, los países imperialistas ya invirtieron centenares de miles de millones de dólares para evitar quiebras bancarias y de inversionistas. (...) El capitalismo se muestra una vez más ante los ojos de millones como un sistema que socializa las pérdidas y privatiza las ganancias.

Los últimos salvatajes fueron los realizados por la Reserva Federal norteamericana hace menos de 15 días con el banco centrado en operaciones inmobiliarias Indy Mac y las compañías hipotecarias Fanny Mae y Freddy Mac (...). Estas firmas, poseen una porción considerable de los 5,2 billones de dólares en títulos de deuda respaldados por estos dos gigantes. 10 veces la deuda externa de America Latina. En Norteamérica sólo hay un deudor mayor: el Tesoro de EE.UU. (...) La crisis afecta al conjunto de la economía estadounidense y en particular a la industria automotriz, donde los grandes monopolios que la controlan como Ford, Chrysler y General Motors están sufriendo grandes pérdidas y anuncian miles de despidos. (...)

Esta crisis se ha expresado hasta el momento en forma desigual. Hay países como EE.UU., Gran Bretaña y el Estado Español que están ya viviendo o van en camino a una profunda recesión, mientras que en otros todavía se mantiene un crecimiento importante. Las materias primas han tenido un aumento muy fuerte, en parte por negocios especulativos, creando una presión inflacionaria en todo el mundo y llevando a rebeliones del hambre en los países importadores de alimentos. Pero hay que tener en mente que es probable que en los próximos meses veamos generalizarse la recesión. (...) ¿Cómo no esperar que el conjunto de la economía internacional sea afectada por una crisis que surge en el corazón del capitalismo contemporáneo?

Compañeros: nosotros no somos adivinos para predecir los ritmos exactos ni los alcances finales que tendrá la crisis en curso. Pero lo que ya hoy sabemos, y hemos discutido en la Conferencia, es que estamos frente (...)a nuevas y grandes turbulencias económicas y políticas, que desmienten a quienes se imaginaban que la restauración capitalista en la ex Unión Soviética y China, junto a los ataques neoliberales a la clase obrera, habían creado condiciones para el desarrollo de un nuevo ciclo largo de crecimiento capitalista como el que se dio después de la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo se sostuvo en estos años pero a costa de incubar nuevas y mayores contradicciones que hoy están estallando. El sistema no puede evitar su tendencia a catástrofes recurrentes. Y la que estamos viviendo amenaza con ser la más importante desde 1929. (...)

Hoy la crisis económica es el elemento más dinámico que está amenazando el equilibrio capitalista de los últimos años y empujando a mayores disputas interestatales y a mayores enfrentamientos de clases. La FT tiene que prepararse para intervenir en este nuevo escenario más convulsivo. (...) Mientras que millones no tienen hoy qué comer, aunque la producción de alimentos duplica lo necesario para satisfacer las necesidades de la población mundial, los monopolios alimenticios se enriquecen como nunca. Hay que luchar por la expropiación de esos monopolios expoliadores de la clase obrera.

Junto a la crisis económica, estamos viviendo el fin de la era Bush, que lejos de cumplir el objetivo neoconservador de asegurar “un nuevo siglo americano” ha provocado un aumento en la decadencia de la hegemonía estadounidense, con el empantanamiento de su política en Irak, la continuidad de las convulsiones políticas en Medio Oriente y la continuidad de la guerra en Afganistán.

Pero este debilitamiento no quiere decir que el imperialismo no va a tomar nuevas medias de agresión militar contra los pueblos del mundo. (...) Por eso en este acto queremos gritar bien fuerte: ¡Fuera las tropas imperialistas de Irak, Afganistan y todo Medio Oriente! ¡Viva la resistencia del pueblo palestino contra el Estado de Israel y el imperialismo!

El hecho simbólico que EE.UU. tenga que recurrir posiblemente como próximo presidente a un afro americano como Barack Obama (...) es expresión de la profunda decadencia del imperialismo norteamericano. (...) Pero más allá de los discursos de campaña, Obama es un hombre que Wall Street considera claramente confiable para sus intereses y, aún antes de triunfar, ha tomado como propia gran parte de la agenda en política exterior de Bush, como el apoyo a Israel contra el pueblo palestino, las amenazas contra Irán y el apoyo al Plan Colombia. (...)

En los últimos años la clase obrera se fortaleció socialmente y ha mostrado en distintos sectores una renovada capacidad de lucha en el terreno económico (...). Pero esta relativa recomposición de la acción sindical de los trabajadores no sginifica que hayan sido revertidas las profundas derrotas sufridas bajo el neoliberalismo. (...)

Los marxistas revolucionarios somos hoy una pequeña minoría, en medio de centenares de millones de trabajadores que descreen de la posibilidad de superación de este sistema de explotación (...). En estos años, la resistencia social a las políticas neoliberales dio lugar a diversos tipos de movimientos que van desde tibios reformismos hasta el renacimiento de corrientes, como el autonomismo, que sostenían que era posible “cambiar el mundo sin tomar el poder” y que, en parte, nos volvieron a plantear a los marxistas discusiones teóricas y estratégicas parecidas a las que ya hacían Marx y Engels en el Manifiesto Comunista contra los socialistas y comunistas utópicos. El movimiento antiglobalización, que surgió en Seattle en 1999, fue un claro muestrario de todas estas tendencias.

En nuestro continente se fortalecieron distintas variantes populistas, que lograron canalizar el descontento expresado en las grandes rebeliones populares que tuvieron lugar los primeros años del siglo. Gran parte de la izquierda mundial ha cedido frente a estos fenómenos. (...)

Incluso sectores provenientes del trotskismo sostuvieron que era hora de construir “frentes antineoliberales” o partidos sin anclaje en la clase obrera y sin delimitación estratégica entre reformistas y revolucionarios. Lo que ocurrió con Refundación Comunista de Italia, el partido presentado como ejemplo de esta estrategia, muestra adonde conduce esta política. Refundación se integró al gobierno antiobrero y proimperialista de Prodi, perdió a su ala izquierda y se quedó sin representación parlamentaria.

En Brasil, el Partido Socialismo y Libertad, encabezado por Heloisa Helena es un mero acuerdo electoral de conveniencia, una cáscara vacía de militancia con un programa desarrollista burgués (...). En Venezuela, distintos sectores trotskistas son parte de un mismo partido con empresarios y militares, el PSUV chavista. ¡Qué curioso que organizaciones que son fanáticamente chavistas en Venezuela, como el MST argentina han terminado como furgón de cola de los “escuálidos” o gorilas argentinos apoyando a las patronales agrarias en el conflicto reciente!

No son organizaciones de este tipo las que necesita la clase obrera, sino verdaderos partidos revolucionarios de combate. No es posible construir estas organizaciones solamente interviniendo en las luchas cotidianas. Junto con esto tenemos planteada una fuerte pelea en el terreno teórico e ideológico (...). Y también participar en todos los procesos en que la clase obrera dé aunque sea un paso adelante en el terreno de conquistar su independencia de clase.

Las organizaciones que formamos parte de la FT decimos con claridad que es preciso luchar por partidos que tengan un claro programa revolucionario y, en este sentido, compartimos la política que plantean los compañeros del CRI en Francia de dar una pelea por una estrategia de este tipo en el proceso de constitución del Nuevo Partido Anticapitalista llamado por la LCR de Olivier Besancenot, cuya dirección, como venimos denunciando desde la revista Estrategia Internacional, quiere formar un partido que no luche por el poder obrero ni el socialismo.

Hace casi 70 años, un 3 de septiembre de 1938, una conferencia reunida clandestinamente en París daba lugar a la fundación de la IV Internacional, cuyo texto central es el llamado Programa de Transición (...).

Trotsky, poco antes de su asesinato, escribía que “Entre las vastas extensiones de tierras y las maravillas de la tecnología, que además de la tierra conquistó los cielos para el hombre, la burguesía logró convertir nuestro planeta en una sucia prisión”. ¡Vaya si estas palabras mantienen actualidad! Justamente el otro día leía un texto de un famoso pintor, poeta y escritor británico, John Berger, que decía que si tenía que graficar con algún término al mundo contemporáneo este era el de la prisión (...)

Trotsky escribía aquellas líneas frente al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Nosotros no estamos hoy frente a la perspectiva de una guerra semejante. (...) Pero, como señalamos al comienzo, estamos viviendo una crisis económica de gran envergadura (...) Ya en años anteriores vimos cómo, en circunstancias de crisis, parte del programa transicional ganaba renovada actualidad al ser tomado por los trabajadores en lucha, como vimos por ejemplo en la ocupación y puesta a producir de Zanon bajo gestión obrera y en otras fábricas ocupadas. Lo mismo vimos en Venezuela con la lucha de Sanitarios Maracay. Y en este mismo país la lucha obrera llevó a la nacionalización de SIDOR, la empresa controlada por el grupo Techint. Aquí en Argentina vimos también surgir organizaciones militantes de desocupados que, más allá de sus límites, expresaron la resistencia al flagelo de la desocupación de masas y evitaron que quienes eran expulsados de sus empleos fueran utilizados por la burguesía como rompehuelgas. Huelgas, ocupaciones de fábricas, levantamientos del hambre, insurrecciones locales, cortes de rutas: estas y otras formas de la lucha de clases veremos desarrollarse frente a la crisis. (...) Tenemos profunda confianza que en esta experiencia el programa trotskista se hará carne nuevamente en sectores de las masas y podrá mostrar una alternativa al conjunto de los explotados. Que permita hacer realidad la expropiación de los expropiadores, que es el único camino para terminar con la barbarie capitalista.

Que estas luchas se den no depende de nosotros. Pero lo que sí está a nuestro alcance es forjar los dirigentes, cuadros y militantes que puedan confluir con lo mejor que de la vanguardia obrera, juvenil, con intelectuales y estudiantes para avanzar en la construcción de partidos y una internacional revolucionarios. En este camino, saludamos la incorporación como sección de Costa Rica de la FT de los compañeros de la Liga de la Revolución Socialista (...) También queremos saludar el acuerdo para integrarse como sección simpatizante en Francia de los compañeros del grupo CRI. En un marco donde a la vez que desarrollaremos una internveción común en base a los acuerdos programáticos y políticos que tenemos, abordaremos algunos importantes temas en los que aún no tenemos acuerdo.

Para terminar, en la Conferencia planteamos tres tipos de tareas para todas las organizaciones de la FT:

Profundizar la formación teórica y política de nuestras organizaciones, batallando por recrear un marxismo vivo, que dé respuestas a los desafíos que nos plantea la realidad y discuta con las principales teorías elaboradas por las clases dominantes y por los reformistas de distinto tipo.

Continuar con el desarrollo en el seno del movimiento obrero de nuestras organizaciones. Una tarea que no sólo enfrenta las persecusiones de las patronales y la burocracia sindical, sino que, lamentablemente, ha sido dejada de lado por gran parte de la izquierda. Y esto, compañeros, es crucial porque frente al desgaste de los gobiernos nacionalistas o populistas estamos asistiendo al fortalecimiento de tendencias de derecha completamente reaccionarias.

Y si no construimos una alternativa de independencia de clase, ese descontento va a ser canalizado por esas variantes reaccionarias y la clase obrera va a sufrir nuevos golpes sobre sus espaldas.

Nos hemos planteado redoblar la lucha por partidos revolucionarios y por la reconstrucción de la Cuarta Internacional. Sabemos que esta tarea es difícil y que no será de ninguna manera el resultado de una evolución de nuestra organización sino el producto de fusiones y convergencias con sectores de otras tendencias con los que podamos confluir en el curso de la lucha de clases. En el mismo sentido que señaló mi compañero, José Montes, en el terreno nacional para el PTS, insistimos en el llamado para realizar campañas comunes y un reagrupamiento progresivo por la reconstrucción de la IV Internacional a las organizaciones que plantean lucha por la revolución obrera y socialista, como la Liga Internacional de Trabajadores, dirigida por el PSTU brasileño, y la CRCI, encabezada por el PO argentino.

Proponemos cerrar este acto con las consignas que sintetizan las principales campañas de la FT

¡Fuera las tropas brasileñas, argentinas, uruguayas, chilenas y bolivianas de Haití!

¡Abajo la directiva del retorno y todas las leyes antiinmigrantes y xenófobas de la UE!

¡Apoyo a la lucha de Zanon bajo control obrero por su expropiación definitiva!

Y finalmente, realizar una campaña por la reconstrucción de la IV Internacional a 70 años de su fundación.

¡Viva la clase obrera mundial!

¡Viva la IV Internacional, el Partido Mundial de la Revolución Social!


Proponemos cerrar este acto con las consignas que sintetizan las principales campañas de la FT

¡Fuera las tropas brasileñas, argentinas, uruguayas, chilenas y bolivianas de Haití!

¡Abajo la directiva del retorno y todas las leyes antiinmigrantes y xenófobas de la UE!

¡Apoyo a la lucha de Zanon bajo control obrero por su expropiación definitiva!

Y finalmente, realizar una campaña por la reconstrucción de la IV Internacional a 70 años de su fundación.





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La Liga de Trabajadores por el Socialismo de Venezuela integra la FT-CI (Fracción Trotskista - Cuarta Internacional), junto al PTS ( Partido de los Trabajadores Socialistas) de Argentina, la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, la LRS (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica, la LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contra Corriente) de México, Clase contra Clase del Estado Español, Clase contra Clase de Chile y la LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil