Cada vez viene siendo más común la utilización de cuerpos
represivos para irrumpir en las fábricas o lugares de trabajo
donde hay organización o luchas reivindicativas de trabajadores.

Son métodos de coacción, basados en lo más vil del
Estado burgués, como son sus cuerpos represivos, que buscan
responder a los reclamos de los trabajadores vía intimidación
y amedrentamiento, cuando no de represión directa, en un
contexto de alza descontrolada del costo de la vida, que vuelve
añicos el salario. Esto persigue intimidar y aplastar la resistencia
de los trabajadores a una crisis económica que es descargada
sobre sus hombros. Se busca impedir el ejercicio de derechos
democráticos elementales de los trabajadores. No podemos
dejar que esto se instale como método “normal” de responder
a los reclamos obreros, debemos responder con la más amplia
unidad posible.

Es peligroso y profundamente antidemocrático para con los
trabajadores, que se instale esto como manera “normal” de
“resolver” (es decir, aplastar) sus reclamos. Por eso planteamos
impulsar una campaña unitaria para evitar que estas situaciones
pasen “como si nada” o desapercibidas, instaurando una
correlación de fuerzas marcada por la intimidación, criminalización
y la desmoralización de los trabajadores en lucha.

Nos dirigimos a aquellas corrientes que se reivindican de
izquierda y defensoras de los intereses de la clase trabajadora,
y en general a los grupos, estudiantes y trabajadores/as que estén
por la defensa incondicional de las libertades democráticas
del pueblo trabajador.

¡Los paros y las movilizaciones de los trabajadores no son un delito!