El Día Internacional de Lucha por la Despenalización y Legalización del Aborto en América y el Caribe representa la lucha contra un sistema opresivo que condena a miles y miles de mujeres a morir anualmente por abortos clandestinos, en condiciones insalubres. En 2008 fueron 4,4 millones los abortos realizados en Latinoamérica, de los cuales 95% de forma insegura, según registra la Organización Mundial de la Salud (OMS) . Cerca de un millón son hospitalizadas al año por esta razón, y entre 10 y 20% de las que requieren tratamiento médico no lo reciben; de cada 100 muertes de mujeres embarazadas, 12 son por abortos clandestinos.

Nuestro país tiene altísimos niveles de mortalidad materna y embarazo adolescente : 73 madres mueren por cada 100.000 nacidos vivos. De cada 1.000 nacimientos un 66% son madres adolescentes, contemplando que cada 1 de 5 embarazos son no deseados.

En década y media, el gobierno nacional –aún cuando tuvo mayoría absoluta en el Asamblea Nacional– ha mantenido este tema bajo la mesa, totalmente “invisibilizado”. Optando por “no meter polémicos en la agenda legislativa”, se hace cómplice, en los hechos, de toda la trama de opresión, negocios (venta de pastillas para abortar, abortos carísimos en clínicas), afecciones a la salud física y emocional, y muertes, que hay tras la ilegalidad de las interrupciones de embarazo. La oposición, a su vez, que por demagogia pretende levantar aquellas demandas donde el gobierno alardea pero no hace nada, es también cómplice total, pues en este terreno es igual o peor de reaccionaria que el gobierno. El primero se apoya en alianzas con las iglesias evangélicas y católicas, y la oposición en la cúpula de la iglesia católica, todas en un bloque reaccionario de discurso supuestamente “pro vida”, que no hace sino favorecer el aborto clandestino, el negocio, ¡y las muertes de miles de mujeres!

Nos condenan a ser madres, sí o sí, como sea, en cualquier condición social, económica y emocional, a acabar con nuestra adolescencia ¿Es que acaso el único camino destinado para la mujer no es más que el de paridora? Y las que morimos somos las mujeres trabajadoras, de los sectores populares, al no contar con las condiciones sanitarias óptimas y con el derecho que debe tener toda mujer como es decidir sobre su cuerpo.

Pero aún así, en nuestro país, este 28 de septiembre fue barrido y asimilado como un día más, de parte de los grupos feministas, casi todos asimilados al proyecto de gobierno, no hubo ninguna convocatoria a un día de lucha, de visibilización del tema, de exigencias al Estado, de denuncia. Nada. En toda América Latina y el Caribe una movilizaciones de mujeres, en Venezuela, ¡nada! ¿A esto podemos llamar un avance en la conciencia política del movimiento feminista? Que ese día tan emblemático no hayamos salido a las calles a reclamar como es el derecho a una decisión personal, al aborto, tan solo demuestra la cooptación que ha hecho este gobierno “feminista” de gran parte de los movimientos de mujeres.

Es hora compañeras/os de cuestionar el supuesto “avance” que nos hablan diariamente. El gobierno se llena de palabras e inauguraciones de diferentes instituciones que al incluir la palabra “Mujer” pretenden darle punto final a la situación de la mujer venezolana.