En estos días ha resaltado mucho el uso de cuerpos represivos como la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la policía política (Servicio Bolivariano de Inteligencia, SEBIN) para hacer frente a las manifestaciones y acciones de la oposición de derecha, dando la impresión que solo sobre este sector recae la acción de estos organismos. Esa impresión la generan tanto desde la oposición como desde quienes apoyan al gobierno. Pero los luchadores obreros (y campesinos), las corrientes de la izquierda obrera y socialista, sabemos que desde mucho antes de estas acciones de la oposición, el gobierno viene lanzando a estos esbirros contra toda una serie de luchas obreras, tanto en el sector estatal como privado.

• Podemos recordar cómo el 11 de junio de 2012, el mismo día que se presentaría la candidatura de Chávez ante el CNE, a la 1 de la mañana, guardias nacionales del CORE 2 arremetían contra los trabajadores de la sede de Petrocasa en la vía Los Guayos-Guacara, golpeando en el piso a una de las obreras, llevándose detenidos a los trabajadores para la sede de Pequiven; ya se había repetido la escena de represión los días 5 y 8 del mismo mes.

• A finales del año pasado trabajadores del Grupo Souto se niegan a aceptar el cierre de la empresa decido por el patrón, en la planta de Valencia son desalojados con la represión de la Guardia, resultando 30 obreros heridos y más de 70 detenidos, dándose situaciones similares en el desalojo de otras plantas del grupo empresarial (beneficiadoras de pollos en Yaracuy, Pro Agro en Lara y la fábrica Rancho Lindo); ya en 2010 habían sido detenidos 17 trabajadores por la GNB por protestar frente a la empresa.

• En la Central Azucarera Santa Clara, en Yaracuy, los trabajadores que denunciaron las malas condiciones para la producción y para la seguridad laboral, fueron despedidos pero además citados a declarar en el SEBIN.

• Hacia finales de 2013 la empresa FARPLASTIC, en Cagua, lanza calificación de despido a 21 trabajadores que apoyan al sindicato al tiempo que acusa a los dirigentes de “robo”, inmediatamente acude el CICPC y los saca esposados, aunque en tribunales no hubo ninguna prueba que los inculpara.

• En las obras de la Misión Vivienda en la Base Aérea El Libertador (BAEL), en Aragua, el CICPC se presenta a llevarse detenidos a dirigentes de un sindicato que exige derechos laborales elementales, la resistencia de los obreros impide que se los lleven.

• Los trabajadores de CIVETCHI, ensambladora de autos de capital mixto, con mayoría accionaria del Estado, que quisieron poner en pie un sindicato, enfrentaron la férrea oposición del empresario privado y del gobierno, quienes les dieron como única opción negociar una negociación una indemnización mayor a la simple si aceptaban irse de la empresa, luego de meses de bloqueos por todas las instituciones estatales los dirigentes seden y aceptan el “acuerdo”: pero cuando van a hablarlo con los representantes de la empresa los estaba esperando el SEBIN, son acusados de “extorsionar a la empresa”, hoy purgan pena de cinco años en Tocuyito, la pena “menor” que les dieron a cambio de declararse “culpables”, sino les tocarían 30, esa fue la amenaza.

• En la fábrica Multisabores Glup, los siete directivos del sindicato fueron denunciados por el empresario e intimidados por el SEBIN.

• En MONACA, productora de harinas estatizada, la empresa obliga a los trabajadores a cesar un paro con la amenaza de echarles encima la GNB. El paro cesa, pero al tener una discusión un trabajador con un gerente de la empresa, este llama a los militares quienes de inmediato se llevan detenido al trabajador y lo “despiden”.

Podríamos seguir señalando casos. El espacio no da, pero estos pocos ejemplos permiten mostrar cuán demagógica es la supuesta “lucha por la libertad y la democracia” de la oposición, que ignora por completo estas situaciones, y cuán contrarrevolucionaria es la posición de quienes en la izquierda chavista avalan el accionar y fortalecimiento de estos cuerpos represivos.