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Comunicados, volantes y declaraciones
Viernes 25 de febrero de 2022 Declaración No a la guerra en Ucrania: fuera las tropas rusas y la intervención imperialista de la OTAN El avance y la escalada guerrerista de EEUU y la OTAN en el Este de Europa, que ya lleva décadas, y el reconocimiento de Putin de las repúblicas de Donetsk y Lugansk en los últimos días, terminaron en la madrugada de este jueves con el inicio de una operación militar rusa sobre Ucrania. Ni intervención imperialista ni injerencia militar rusa en Ucrania. Por una Ucrania independiente, obrera y socialista. El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en la madrugada de este jueves una operación militar especial sobre Ucrania, empezando en la región prorrusa del Donbass. Lo hizo tras un discurso en el que anunció que Rusia no podía permitir la existencia de capacidades militares ucranianas en su frontera y que iba a realizar operaciones para "desmilitarizar" Ucrania. La operación incluyó el ingreso de tropas rusas en la zona del Donbass, incluso más allá de los límites de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que Putin reconoció días atrás, y el ataque a instalaciones militares ucranianas. Esta decisión llega tras meses de advertencias cruzadas y de escalada en el discurso bélico, contra el avance de décadas de la OTAN sobre el este de Europa en las zonas de influencia de la ex URSS. Ucrania ha recibido en los dos últimos años una cuantiosa ayuda financiera y militar por parte de la UE y las administraciones estadounidenses, tanto de Trump como de Biden. En los últimos meses esto se ha visto reforzado con el envío directo de tropas al Mar Negro, y en los últimos días a los países de la OTAN en el Báltico. A más de 30 años del fin de la guerra fría, Estados Unidos mantiene una política hostil hacia Rusia (que después de China es la segunda hipótesis de conflicto en la nueva estrategia de seguridad imperialista). Desde la caída de la URSS, Estados Unidos y la OTAN siguieron una estrategia de cercar y reducir la influencia rusa. El objetivo era limitar las aspiraciones de Putin de devolverle a Rusia el estatus de gran potencia y bloquear su eventual alianza con China. Ucrania se encuentra en el centro de esa disputa de la OTAN con Rusia. Un enfrentamiento que está detrás de conflictos recientes como el de Georgia en 2008, el que partió Ucrania tras el movimiento reaccionario de la plaza Maidan en 2014 o de la actual agresión militar puede escalar y llevar a una guerra reaccionaria abierta. La acción militar ordenada por el presidente ruso abre las puertas a un enfrentamiento mayor. Más allá de sus declaraciones de una "defensa nacional" ante el avance de Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas el régimen de Putin es completamente reaccionario. No solo está al servicio de los intereses capitalistas de oligarcas afines sino también de objetivos contrarrevolucionarios en un sentido más amplio, como mostró la intervención militar ordenada por Putin para aplastar el levantamiento popular en Kazajstán, o la injerencia a favor de sostener el régimen de Assad en Siria. Décadas de opresión nacional, primero bajo el zarismo y luego bajo el estalinismo, y ahora con la negación lisa y llana por parte de Putin del estatus de Ucrania como estado, alimentan en Ucrania un nacionalismo antirruso reaccionario, utilizado por el gobierno de Zelenski, por los oligarcas ligados a los negocios con Estados Unidos y la UE, y por las potencias imperialistas. Con el pretexto de la “soberanía de Ucrania” o la defensa de la “democracia” contra la “autocracia”, Estados Unidos y la OTAN están empujando las tendencias a una guerra que será catastrófica para los trabajadores y los pueblos. Por eso los socialistas llamamos a enfrentar con la movilización el inicio de esta guerra reaccionaria, contra la OTAN y las sanciones impuestas por las potencias imperialistas, así como rechazamos la intervención militar de Rusia en Ucrania. Ucrania es en este juego una moneda de cambio. La posibilidad de una Ucrania independiente está indisolublemente ligada a la lucha contra los oligarcas de ambos bandos y a una perspectiva socialista. La posibilidad de detener las guerras reaccionarias, está ligada en última instancia al desarrollo de la revolución socialista y a terminar con la dominación imperialista en todo el mundo. Llamamos a desarrollar una movilización independiente contra el inicio de esta guerra reaccionaria. – No a la guerra
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