Una fuerte caída viene sufriendo
los precios del petróleo, cayendo
en la última semana a
70,86 dólares el barril, perdiendo
más de 28 dólares en menos de
seis meses. Todos sabemos que
nuestro país es extremadamente
dependiente de esos ingresos,
siendo que de cada 100 dólares
que llegan al país por exportaciones
96 son por petróleo. Para
el colmo esta caída acontece en
el momento de una fuerte crisis
económica.

Pero también existe otro problema
para el país, y es que a
diferencia de otros años de caída
de los precios existía un frente
común entre países de la OPEP
para pujar por políticas conjuntas
para el mejoramiento de
los precios. Hoy el panorama es
completamente distinto. Cuando
el precio del barril comenzaba
a perforar los 100 dólares
Venezuela hizo un llamado para
una reunión de emergencia a los
países de la Opep, pero esta vez
recibió un portazo: Arabia Saudita
afi rmaba “acostúmbrense a
los precios bajos”. No es el espacio
aquí para analizar el por qué
cae el barril de petróleo, y sí ver
cómo el gobierno se ver obligado
a aplicar más ajustes, lo quiera
o no.

Hasta el momento Maduro venía
relegando una serie de ajustes
propuestos incluso por el ahora
Canciller, Rafael Ramírez, como
el incremento del precio de la
gasolina y la unifi cación cambiaria
–más devaluación-, además
de liberar los precios que exigen
los empresarios. De continuarse
este panorama, los trabajadores
y las trabajadoras, los campesinos
y las campesinas pobres,
los sectores populares debemos
prepararnos para momentos
difíciles. De cómo nos organizamos
y se preparamos para la
lucha, qué programa de clase levantamos,
es que dependerá que
no seamos los que paguemos la
crisis, sino los capitalistas y los
que la generaron.