Este fin de semana el Gobierno Español ha acabado aceptando un préstamo de la UE con el objetivo urgentísimo de evitar la quiebra del sistema financiero. Semanas de infarto con la Bolsa en caída libre, altísimos intereses para la deuda española y una prima de riesgo disparada precedieron el desenlace anunciado. Todo además acelerado por la incertidumbre que causan las próximas elecciones griegas en los Gobiernos de la UE, ante la posibilidad de que resulten perdedoras las fuerzas pro-memorandum.

Rajoy y De Guindos se van más aliviados porque esperan así lograr frenar momentáneamente el ataque sobre la plaza española. La UE y el FMI también porque de esta forma han querido evitar un crack español que repercutiría inmediatamente sobre el Euro y el resto de las potencias imperialistas.

La concesión del préstamo no es exactamente una ayuda, sino que va ligada a condiciones draconianas. El Gobierno miente cuando dice que sólo se imponen condiciones a la banca, o que esto no es un rescate al Estado español. La UE se lo presta al Estado español por medio de una entidad pública, el Fondo para la Reestructuración y Ordenamiento Bancario (FROB) creado por el PSOE, y este se lo presta a los bancos. El FROB pasa a estar bajo el control casi absoluto de la UE, así que será ella quien supervise de una forma muy directa el sistema financiero español.

Pero además la Comisión Europea ha dejado claro que los tramos de crédito que se irán dando estarán condicionados porque e Gobierno aplique las recetas de ajuste que se le demandan; subida del IVA, endurecimiento de la reforma laboral, mayores recortes en educación y sanidad, aplicación más rápida del pensionazo... Este rescate lo venden como una “ganga”, sus intereses son sólo del 3%. Ciertamente son un gran negocio para la banca, pero hay un precio que no nos cuentan y es el que el Gobierno de Rajoy tratará de hacérnoslas pagar a los trabajadores y el pueblo pobre.

Rajoy nos hace pagar la crisis

La banca queda a la espera de cuanto será la cuantía total que tendrá que utilizar, ya que tiene que esperar a las auditorias del FMI. Pero es muy probable que el préstamo sea utilizado para pagar las deudas de los banqueros. Sin embargo, éste préstamo es muy probable que no llegue nunca a será pagado por los bancos y cajas, los responsables de la crisis. Entonces será pagado por el Estado español, es decir, con el presupuesto de los impuestos que pagamos, en mayor cantidad los trabajadores y el pueblo.

Esta cuestión implicará mayores recortes en las conquistas sociales, más crecimiento del paro y aumento de los impuestos al pueblo. Ante ésta situación, el Presidente Rajoy se va tranquilo a ver el partido de fútbol de la selección porque dice haber resuelto la situación. Esto es la enésima muestra de que los gobiernos, sean conservadores o de centro-izquierda, siempre se preocupan por las ganancias de la banca y las grandes empresas. Ya lo hizo Zapatero en la legislatura pasada al negarse legislar sobre la “dación en pago” porque sería muy perjudicial para el sistema financiero español, mientras ofrecía decenas de miles de millones en ayudas y avales a los bancos y cajas. Rajoy y De Guindos mienten descaradamente cuando dicen que la crisis del sistema financiero no la pagaremos los trabajadores.

Rubalcaba lo quiere vender como un “rescate” que sirve a los trabajadores, a través de la vuelta del crédito. Sin embargo, ¿qué crédito puede haber para aquellos que están en paro?¿qué crédito puede haber para los precarios?¿qué crédito puede haber para los mileuristas? Cuando el PSOE fue Gobierno también llevó la misma política que Rajoy ahora: reducciones salariales, despidos masivos, recortes sociales... Por eso no podemos creer las “críticas” que Rubalcaba hace al Gobierno, mientras apoya el “rescate” recibido (en realidad, un salvavidas de plomo).

Los trabajadores no tenemos beneficio alguno con los “rescates” ni con los “recortes”. Es como elegir entre la horca y la guillotina. En Grecia, Portugal e Irlanda se ven los efectos de los “rescates” con los planes de austeridad. En el Estado español ya sufrimos los efectos de los recortes. Millones de personas en paro, emigración de la juventud, precariedad laboral, aumento de impuestos, miles y miles de desahuciados... Esta es la realidad del sistema capitalista y su crisis.

En los años de crecimiento, la banca y las multinacionales se llenaron de euros con préstamos usureros contra la mayoría del pueblo. Eran ganancias privadas que los trabajadores y los sectores populares ni vimos ni disfrutamos. Pero ahora que la crisis se profundiza no solo que no usan esos millones, sino que las pérdidas pretenden que la paguemos los trabajadores. Ante esta situación social de emergencia, la reacción de los líderes sindicales demuestra una vez más, no estar a la altura de las circunstancias. En lugar de convocar otra huelga general para acabar con los ataques de Rajoy, le exigen a Rajoy que además del “rescate” hay que hacer políticas de “reactivación económica”. Sin embargo, el “rescate” no está dirigido al desarrollo económico, solo servirá para que la deuda de la banca la paguemos los trabajadores.

Que la crisis la pague la Banca

No podemos seguir soportando el enorme peso de años de especulación financiera. Ya hemos llegado al 25% de paro (más del 50% del paro juvenil), con una precariedad que dobla la media de la UE, con familias desahuciadas y que ahora viven hacinadas en casa de sus familiares... La educación en caída libre, los servicios sanitarios negados para los inmigrantes sin papeles o los mayores de 26 años en paro. Por ello, para la clase obrera es necesario y de vida o muerte, que la crisis sea pagada por la banca y las multinacionales. Al fin y al cabo, son ellos los responsables de la misma. Por ello, es necesario levantar y empezar a luchar por un programa obrero de emergencia:

1) Contra los despidos y el paro, distribuir todas las horas de trabajo entre todos hasta acabar con el paro y sin reducción salarial.

2) Contra los recortes sociales, aumento de los impuestos a las grandes fortunas para garantizar la sanidad y la educación.

3) Contra el chantaje de la quiebra del sistema financiero, hay que nacionalizar sin pago toda la banca (tenga pérdidas o no) bajo el control de los trabajadores y los pequeños ahorristas. Que los trabajadores demuestren la responsabilidad de los Gobiernos y banqueros de todo éste desaguisado.

Con estas medidas se comenzará a solucionar los graves problemas sociales de los trabajadores y los sectores populares a costa de la riqueza que una ridícula minoría de grandes empresarios y banqueros nos ha quitado durante años explotando nuestro trabajo, y ahora incrementa por medio de una “expropiación” bestial de dinero público . Sin embargo, estas medidas no serán realizadas por un gobierno del PP o del PSOE. Es necesario luchar por un Gobierno de los Trabajadores que acabe con el dominio capitalista que ejercen la banca y las grandes multinacionales. Es necesaria una revolución obrera y popular para acabar con la explotación capitalista y éste Régimen político reaccionario. Una revolución que sea el primer paso para crear la Federación de Estados Unidos Socialistas de Europa.

11-06-2012