Desde que el pasado 29 de Enero, cuando se asesinó a dos trabajadores que luchaban contra los despidos en las puertas de la ensambladora de carros Mitsubishi, en Barcelona, estado Anzoátegui, hemos visto como se ha configurado una “Santa Alianza” entre la burguesía nacional y trasnacional, sus jueces, sus policías y su gobierno, para cubrir de impunidad este crímen, y así tratar de parar la movilización de los trabajadores contra los despidos y demás secuelas de la crísis económica que se asoma con fuerza.

Por ello, la tenaz lucha de los obreros de la Mitsubishi es la lucha de todos los trabajadores del país, de quienes hoy pelean, como los trabajadores de Vivex, así como de los que ya ven la necesidad de movilizarse por sus demandas, como los petroleros, los trabajadores del Metro de Caracas, los empleados públicos, los de las empresas básicas de Guayana, etc.
La solidaridad con los trabajadores de Mitsubishi se debe orientar a movilizarnos por sus demandas –que son las de todos los trabajadores del país- al mismo tiempo que a desenmascarar el papel de guardián de los intereses capitalistas que están haciendo los gobiernos regionales como el de Tarek William Saab, así como el mismo gobierno nacional, con Chávez a la cabeza.

Hoy, cuando en las negociaciones la empresa ya ha aceptado el reenganche de los 135 trabajadores de Induservis (subcontrata de Mitsubishi), los trabajadores debemos insistir en que su vuelta a la planta debe ser como personal nómina de la Mitsubishi, acabando de una vez con esa plaga que es la tercerización laboral. Así mismo, el pago completo de los salarios caídos a todos los trabajadores no puede estar condicionado a metas de producción, ya que eso sería una forma velada de quitarnos el salario, por la vía de aumentar la extracción de plusvalía y la explotación.

Denunciamos la posición del Ministerio del Trabajo y demás entes públicos que, no contentos con la impunidad que desde el estado se teje contra los asesinos de los trabajadores, intentan ahora hacer “inspecciones” a la fábrica para registrar supuestos daños contra el patrimonio empresarial. No es posible que después que la policía arremetió a balazos contra la fábrica (con complicidad de los empresarios y el estado), se pretenda cobrar cualquier rasguño a la fachada y los activos de la empresa.

Responsabilizamos políticamente de la represión y los asesinatos al Gobernador Tarek William Saab (jefe de la policía asesina de Anzoátegui). La represión y amedrentamiento están aún en marcha, pues los trabajadores están siendo permanentemente hostigados, amenazados e incluso han sido victimas de atentados, tal como el ocurrido el 12-02, cuando fue baleado (sin victimas) el vehículo donde se trasladaba una comisión de activistas obreros de Mitsubishi.

¡Fuera las policías y al Guardia Nacional de los conflictos obreros!

¡Ni un solo despedido! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

¡Destitución y juicio a los responsables políticos y ejecutores de la masacre de Mitsubishi: Fuera jefe de la policía de Anzoátegui, Fuera el Secretario General de Gobierno Rafael Vegas!
¡Juicio a Tarek William Saab, responsable de este crimen contra la clase obrera!

¡Por la conformación de comités obreros de autodefensa!
¡Campaña Nacional contra la represión a los trabajadores que luchan!

¡Reenganche inmediato y absorción a la nómina de Mitsubishi a los 135 trabajadores de Induservis!

¡Pago de salarios caídos y demás beneficios a todos los trabajadores sin exclusión ni condiciones!