*Myriam Bregman ingresará en junio de 2015 como Diputada Nacional por la rotación de la banca del FIT en Provincia de Buenos Aires.

Venimos de dar una importante batalla en uno de los territorios más importantes y donde se encuentra la mayor concentración obrera del país, la provincia de Buenos Aires. Batalla electoral que preanuncia lo que serán algunas de las políticas de Estado en el próximo período.

La campaña electoral comenzó tibia, con poco debate, sin que nadie se jugara mucho en expresar sus ideas. En ese marco, los spots del FIT, así como nuestras intervenciones en charlas, debates y medios de comunicación mientras recorríamos las principales ciudades de la provincia, irrumpieron llamando la atención por tener un claro contenido de izquierda.

Después de las primarias de agosto, algo cambió. La enorme pérdida de votos que sufrió el Frente para la Victoria a manos del Frente Renovador de Sergio Massa, hizo que el gobierno de Cristina Kirchner se proponga recuperarlos tomando la agenda clásica de la derecha. Su principal candidato en la provincia, Martín Insaurralde, se pronunció a favor modificar el Código Penal y anunció que propondría bajar la edad de imputabilidad de los pibes, de los jóvenes, esos que a la hora de criminalizarlos, llaman “menores”.

Scioli, cargándose la campaña al hombro, le puso su impronta derechista y rápidamente dejó resistir la salida de Casal de Seguridad que le exigían desde hace tiempo algunos sectores K y nombró a un reconocido cultor de la “mano dura” como es Alejandro Granados.

Esto fue complementado con el desembarco de decenas de gendarmes y prefectos a la provincia.

Desde el FIT salimos a cuestionar fuertemente estas políticas, siendo casi exclusivamente la única fuerza política que alzó su voz durante toda la campaña para denunciar estas medidas de demagogia punitiva y aumento del control social sobre los jóvenes y sectores empobrecidos de la sociedad.

Utilizamos los medios de comunicación en los que pudimos expresarnos para repudiar este giro a la derecha que indefectiblemente termina aumentando los casos de gatillo fácil policial así como redoblando los métodos represivos contra el pueblo trabajador que se organiza y lucha por sus demandas.

Fuimos los que dijimos que no es persiguiendo y reprimiendo a la clase trabajadora, al pueblo pobre y a su juventud como se acabará con el delito organizado. Con absoluta demagogia, el Gobierno apela nuevamente a la recetas de la mano dura, la militarización de los barrios y la baja en la edad de imputabilidad, copiando las políticas de Massa, De Narváez y Macri.

Seguiremos esta pelea, enfrentaremos la nueva política del gobierno de usar las Fuerzas Armadas en la represión de los conflictos sociales y pondremos todas nuestras fuerzas para reclamar la libertad de los petroleros de Las Heras. Tenemos un enorme punto de apoyo para hacerlo: las bancas que obtuvo el Frente de Izquierda y los Trabajadores.