El próximo 16 de diciembre se vota a gobernadores y cargos legislativos estadales en todo el país. Los partidos centrales que se presentan en todos los estados son en esencia los mismos que se presentaron en las elecciones presidenciales del 7 de octubre: los candidatos del PSUV y sus partidos satélites como el PCV, y los distintos candidatos aglutinados en la MUD. Como vemos, nada nuevo bajo el sol, más de lo mismo repartido ahora en estado por estado, diversos sectores, seguidores unos del nacionalismo burgués de Chávez, o de las variantes burguesas más abiertas que acompañaron a Capriles Radonski. No nos extenderemos aquí sobre estos diversos proyectos pues lo hemos desarrollado detenidamente en nuestra declaración frente a las elecciones presidenciales (leer acá), y los distintos candidatos regionales no son más que apoyadores de los mismos. Si bien estas elecciones regionales servirán para definir el mapa político de la relación de fuerzas entre las principales variantes políticas dominantes en el país, tendrán la particularidad de realizarse en el marco del estado crítico de salud de Chávez que de tener un desenlace traumático antes del 10 de enero obligará a nuevas elecciones presidenciales.

En este sentido, las elecciones en diversos estados será clave para el chavismo y la oposición por derecha a Chávez, como el Zulia y centralmente Miranda, donde se presenta de nuevo Capriles Radonski. Chávez, el 8 de diciembre designó como su sucesor en caso de no poder asumir el nuevo mandato a Nicolás Maduro, que de ser así lo más seguro que se enfrentará con el anterior contrincante de Chávez en las presidenciales. Si Chávez no puede asumir, pasa a ser presidente transitorio inmediatamente el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien tendría que convocar a elecciones en 30 días. Si Capriles gana lo catapultaría para una eventual elección presidencial anticipada; de perder, se reubica Elías Jaua desde un estado importante hacia lo interno del PSUV y el pueblo chavista, y se le facilitaría el panorama a Nicolás Maduro como candidato a la presidencia de la República. Por eso, la importancia de las elecciones regionales a gobernadores es que terminarán de definir cómo quedará la correlación de fuerzas más general también hacia la carrera presidencial en el eventual caso de unas elecciones anticipadas.

Así estas elecciones regionales tendrán un impacto importante en un escenario de elecciones presidenciales anticipadas ante la eventualidad de que Chávez no pueda asumir el nuevo período. Pero también, aún en el caso de que Chávez pueda asumir, todos se posicionan en actitud post-chavista, es decir, en función de un proceso de transición a nuevas formas de dominio político en el país entre las principales fuerzas políticas del orden burgués nacional (Ver texto ¿Hacia un post-chavismo?). Por todo esto, en esas elecciones regionales llamamos nuevamente a no confiar ni en los proyectos que abanderan los candidatos de Chávez y de los partidos satélites como los del PCV, así como tampoco en los candidatos que se aglutinan en la MUD y sus distintos componentes políticos representantes de los mismos intereses de Capriles Radonski. Decimos una vez más que los trabajadores y el pueblo pobre debe darles la espalda, no votándolos, no depositando apoyo político o confianza ni en el supuesto "socialismo" que no es más que capitalismo con tímidos rasgos nacionalistas y que aspira controlar y escarmentar a los trabajadores que no aceptan sumisamente las condiciones de explotación, ni en el supuesto "progreso" que no es más que la reedición de recetas neoliberales para darle mayor "libertad" a los capitalistas.

También en estas elecciones regionales, en algunos estados, el PSL de Orlando Chirino, lanza candidatos, algunos de su propio partido, y otros, en un arco variopinto, que si bien no son de su organización ellos los han invitado a que se lancen por la lista del PSL. En las elecciones presidenciales, desde la LTS llamamos al voto crítico en Orlando Chirino, por un programa de clase y por un partido de la clase trabajadora, porque considerábamos que en las elecciones los trabajadores deben desarrollar su propia lucha política independiente contra todos los bloques electorales de la burguesía, y no detrás de ningún partido que represente los intereses de las distintas variantes burguesas, sea que algunas se vistan de “rojo” y hablen de “socialismo” u otras que no disimulan su verdaderos planes aunque siempre lo hacen con demagogias y engaños, como la de Radonski. Pero en esa campaña, los dirigentes del PSL lejos estuvieron de levantar una clara y nítida política que instalara con contundencia que la candidatura se trataba de una opción verdadera y radicalmente distinta a las principales opciones patronales. Como escribimos en su momento “Tan de rutina fue su ‘campaña’ y prestada a la confusión y poca delimitación de los programas burgueses en pugna, que ni siquiera desmentían si realmente las declaraciones de Chirino habían sido tergiversadas o no, en sus medios electrónicos y escritos, cuando aparecían en diarios de gran circulación nacional como El Universal, que leen millares de personas, donde el periodista hacía aparecer a Chirino defendiendo la ‘iniciativa privada’ o que ‘hay que sentarse con los inversionistas para fijar reglas claras y recuperar las instituciones para atraer inversiones’ (apareciendo así como una candidatura con elementos más bien parecidos tanto a lo que plantea Chávez como a lo que plantea Capriles)”.

En estas elecciones regionales donde el PSL presenta candidatos en algunos estados, su oportunismo político se ha exacerbado, actuando adaptado completamente al régimen burgués bajo un limitado programa político, más allá de algunas frases sueltas que podrían considerarse correctas pero que insertas en un programa democratizante se transforman en puras frases vacías. En Mérida durante un gran tiempo centraron su campaña en problemas locales como la basura donde la solución pasaba porque el estado tuviera en sus manos la recolección de los desechos, pero donde llegaban al extremo de plantear sobre las policías y la Justicia que “hay que implementar mecanismos de control social” sobre las mismas, es decir que hay que establecer sobre los órganos de represión del Estado burgués un “control social”. Y donde no se les ocurre mejor idea que el pueblo deba elegir a los jefes de los represores levantando que “Los comisarios y jefes policiales deben ser elegibles y revocables por las comunidades populares” [1]. Y en estados como Anzoátegui también su candidato llega al extremo de plantear frente a la inseguridad que debe hacerse “Estableciendo un vínculo entre los consejos comunales y las fuerzas policiales”, al mismo tiempo que llama a la más abierta conciliación de clases afirmando que “Nosotros queremos romper con la polarización, el país no puede estar dividido. Para poder desarrollarlo debemos trabajar por igual, sin preferencias ni sectarismos” [2], tal desbarranque dentro del régimen burgués no tiene nombre. En Aragua, su candidato, también con respecto a la inseguridad plantea que “la solución comienza por combatir la corrupción en el sistema judicial mejorando el proceso de selección de los jueces” [3], tanto por dentro del régimen está que ni siquiera al menos plantea la elección universal de los jueces sino “mejorar la selección” de ese sistema de "justicia" al servicio de la sociedad burguesa y su múltiples perversiones y corruptelas.

Como vemos, un desbarranque político completo por parte del PSL en las elecciones regionales. Es por esto que desde la LTS no llamamos a votar -ni aun críticamente- por ningún candidato de esa organización, pues sería ir contra la lucha por la independencia política de la clase trabajadora, en el entendido de la lucha, en este caso concreto, porque los explotados y explotadas busquen la solución a sus problemas en la superación del orden burgués y no en el "mejoramiento" o reforma de sus instituciones. De esta manera, desde la LTS, en las elecciones regionales del 16Dllamamos a votar nulo.

Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS)