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Sábado 25 de abril de 2015

PARTIDO

IX Conferencia de la Fracción Trotskista–Cuarta Internacional (FT-CI)

Por Eduardo Molina


Entre el 28 de abril y el 3 de mayo se realizará en Buenos Aires la IX Conferencia Internacional de la corriente internacional que integra el PTS, la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional (FT-CI). La misma contará con la participación de delegaciones del Movimiento Revolucionario de Trabajadores de Brasil (ex LER-QI), el Movimiento de los Trabajadores Socialistas de México, el Partido de Trabajadores Revolucionarios de Chile, la Corriente Comunista Revolucionaria del NPA de Francia, Clase contra Clase del Estado español, la Liga Obrera Revolucionaria de Bolivia, la Liga de Trabajadores por el Socialismo de Venezuela, el grupo RIO de Alemania, y la Juventud Revolucionaria Internacionalista de Uruguay.

En las sesiones se abordará la discusión sobre la situación internacional, la dinámica de la crisis capitalista, los cambios geopolíticos, entre ellos la situación en Medio Oriente a la luz del balance de la Primavera Árabe, la naturaleza de la gran potencia asiática, China, y su rol en el tablero mundial y cómo se expresa la situación de la economía mundial en Latinoamérica.

El surgimiento de fuertes partidos y agrupaciones reformistas en Europa como Syriza y Podemos, así como la apertura de una nueva etapa en Latinoamérica con la crisis de los gobiernos “progresistas” y la resistencia de los trabajadores a los planes de ajuste que empiezan a implementar, plantean a la izquierda marxista revolucionaria la urgencia de dar pasos decididos en la construcción de fuertes partidos obreros que puedan jugar un rol de vanguardia en los combates de clase que vendrán, como hizo el PTS en importantes conflictos obreros como Lear en 2014.

El proyecto de La Izquierda Diario, con un promedio de más de 30.000 visitas diarias de decenas de países y que ya se extendió con ediciones propias en Chile y Brasil y prontamente en México, es una de las herramientas privilegiadas para ese enorme desafío que asume nuestra corriente internacional.


América Latina: El retroceso de los gobiernos “posneoliberales” y las tareas de la organización política obrera

Eduardo Molina

Una de los grandes temas que abordará la Conferencia de la FT es la situación latinoamericana y las tareas y desafíos que plantea en estos tiempos de “fin de ciclo” reformista, tras una década de gobiernos nacionalistas y de centroizquierda que hoy evidencian el agotamiento de sus proyectos. Eso facilita el ascenso de las oposiciones reaccionarias y el “retorno” del imperialismo, que hoy aparecen a la ofensiva.

Frente a esto, se actualiza la tarea estratégica de construir alternativas de clase, para enfrentar consecuentemente todo avance reaccionario y abrir el camino a una salida obrera y popular a la crisis capitalista.

El encuentro entre Obama y Raúl Castro fue el evento que marcó la Cumbre de Panamá y sintetizó su sentido político: distensión con el imperialismo, apertura de un nuevo “diálogo americano” apuntando a nuevos acuerdos económicos y políticos ante la estrategia de seducción de Obama para devolver presencia y autoridad al imperialismo sobre su “patio trasero”. No es un dato menor que Raúl haya dicho de Obama que es un “hombre honesto”, este embellecimiento del papel del “premio Nobel de la Paz que más guerras tiene en su haber” ilustra la disposición a reconciliarse con Washington, y ha sido saludada por toda la prensa burguesa como un gran paso “pragmático”, como el principio de un “anestesiamiento” de los profundos sentimientos antiimperialistas de los pueblos latinoamericanos.

Estados Unidos aprovecha para sus planes de “retorno” sobre América latina el retroceso de los gobiernos “posneoliberales”, que giran a derecha embretados por el desgaste político, el estancamiento económico y las exigencias del gran capital ante un panorama de estancamiento y crisis.

Como en Venezuela, Argentina o Brasil, “bolivarianos”, “nacionales y populares” y progresistas aplican políticas económicas inflacionarias, devaluatorias y medidas de ajuste, que erosionan el salario y las condiciones de trabajo y de vida del pueblo trabajador, mientras abren las puertas a una mayor entrega a las transnacionales. Al mismo tiempo, se endurecen contra los reclamos obreros y populares, recurren a la criminalización de las protestas y pactan con sectores reaccionarios, como las iglesias, en un curso que aleja cada vez más a sus discursos de la realidad.

Estos gobiernos llevan más de una década administrando el capitalismo dependiente sin encarar soluciones de fondo a los problemas estructurales de la dependencia económica y financiera, la concentración de la propiedad de la tierra, los diversos lazos de subordinación al imperialismo. Más bien, se han distinguido como “pagadores seriales” y promotores del agronegocio, la minería a cielo abierto y el festín de ganancias de las grandes empresas y la banca. Si durante un tiempo, tomando parcialmente algunas demandas populares, se preocuparon ante todo por pasivizar al movimiento obrero y de masas con algunas modestas concesiones y “gasto social”, ahora, se alinean cada vez más en la lógica de que la crisis la pague el pueblo trabajador.

La derecha reaccionaria explota el retroceso progresista y quiere capitalizar su desgaste para retornar al gobierno, mientras presiona por ataques más abiertos al salario, al empleo y las condiciones de vida populares.

Sin embargo, existe una fuerza social de enorme potencial que puede enfrentar y derrotar los planes de la burguesía y el imperialismo: la clase trabajadora, que no sólo ve sus expectativas frustradas, sino que siente el riesgo de empeorar su situación. El movimiento obrero, junto a sectores populares y juveniles, viene dando señales de que no está dispuesto a aceptar sin resistencia los ataques, sean “progresistas” o neoliberales. Los paros generales y luchas por fábrica en Argentina, el proceso iniciado en Brasil con las protestas juveniles de junio de 2013 y un reguero de huelgas y protestas, junto a luchas en otros países del Cono Sur son sintomáticas. En ellos se gestan las fuerzas decisivas para enfrentar a la reacción y abrir un nuevo horizonte estratégico a las luchas sociales.

Si a inicios de siglo marcaron su impronta los “movimientos sociales” de carácter plebeyo o campesino, hoy puede ganar centralidad la clase trabajadora, creando un eje unificador para la alianza obrera y popular en la perspectiva de respuestas revolucionarias a los problemas del continente.

En estas luchas y al calor de la experiencia política con los proyectos de colaboración de clases nacionalista y progresista, se templan también capas avanzadas que pueden tomar en sus manos las banderas de un antiimperialismo consecuente, de un programa para que la crisis la paguen los capitalistas y asumir la tarea de luchar por la independencia política de la clase obrera en su conjunto.
En este sentido, se destaca la experiencia argentina, donde se combinan la lucha por un sindicalismo clasista, de izquierda, y el surgimiento del FIT como polo de independencia política de los trabajadores con un importante peso electoral a nivel nacional.

La Izquierda Diario se está convirtiendo en un instrumento de difusión de las ideas socialistas a nivel regional, con sus ediciones en Argentina, Chile, Brasil y México, para llegar a cientos de miles de lectores. LID debe ser también una gran tribuna, para que la lucha antiimperialista sea tomada en sus manos por la clase obrera continental, para forjar la necesaria unidad económica y política de nuestros países, en una federación de Repúblicas Socialistas de América Latina, buscando la alianza con los trabajadores norteamericanos contra el enemigo común imperialista.

Cómo avanzar en estos y otros desafíos será abordado en la Conferencia, con el norte en la construcción de una izquierda revolucionaria de los trabajadores a nivel latinoamericano, como parte de la lucha por un movimiento internacional por la revolución socialista (que para nosotros implica la reconstrucción de la Cuarta Internacional).


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La Liga de Trabajadores por el Socialismo de Venezuela integra la FT-CI (Fracción Trotskista - Cuarta Internacional), junto al PTS ( Partido de los Trabajadores Socialistas) de Argentina, la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, la LRS (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica, la LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contra Corriente) de México, Clase contra Clase del Estado Español, Clase contra Clase de Chile y la LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil