Más de 3000 trabajadores universitarios de la UCV y de otras universidades del país se movilizaron en Caracas exigiendo el pago de las deudas que el gobierno tiene con la masa laboral universitaria. Lea a seguir el volante repartido por los compañeros de Correo Obrero integrado por trabajadores de la LTS de la UCV e independientes
"¡BASTA DE CONFIAR EN PROMESAS!
HAY QUE REIMPULSAR LA LUCHA CON SERIEDAD"
Nuevamente en conflicto: el problema es la política
“anticrisis” del gobierno nacional
De nuevo nos encontramos en conflicto por el
incumplimiento de nuestro contrato colectivo de trabajo
(Normativa Laboral), a lo que se agrega el pago mocho de
las vacaciones y los retrasos hasta con los salarios. Una
buena parte de nuestras demandas puede resumirse en
una: el cumplimiento íntegro de la Normativa Laboral,
que incluye las homologaciones de los aumentos de
salario de 2008-2009, cesta-tickets, bono salud
(jubilados), guardería, etc., así como el pago íntegro de los
salarios con sus respectivas homologaciones.
Pero debemos tener la mayor comprensión de por qué
pasan las cosas, para no perdernos en cuestiones
superficiales. Todos estos incumplimientos y violaciones
de nuestros derechos son la consecuencia directa de la
política “anticrisis” del gobierno, que entre otras cosas,
implicó el recorte del presupuesto público tanto en el
2009 como ahora en el 2010: por allí se llegó a la
reducción del presupuesto de las universidades públicas.
Esto era previsible y las direcciones sindicales le
brindaron una generosa tregua al gobierno
Por eso no puede ser ninguna sorpresa tantos
incumplimientos y violaciones de nuestros derechos,
porque es lógico dentro de esta política gubernamental de
“ajuste del gasto público”, donde son nuestros salarios los
que pagan los platos rotos. Detrás de todas las promesas y
los argumentos del gobierno, a través del Ministerio de
Educación Superior, está esa política nacional. Por eso,
cuando a finales del año pasado, gracias a la lucha
sostenida, el gobierno cumplió con una pequeña parte de
lo que nos adeuda, dijimos que era una gran ingenuidad
pensar que ya estaba todo resuelto y bajar la guardia,
desmontando todas las medidas de fuerza.
Pero en el caso de las direcciones sindicales, en su
mayoría gobierneras, no se trata de una ingenuidad sino
de una muy consciente política de aflojar la presión sobre
el gobierno, pues ellos bien saben que nada estaba de
verdad garantizado, pero estaban ansiosos de conseguir
alguna pequeña concesión de parte del gobierno y un
compromiso, para desmontar las medidas de lucha y
darle una tregua para no incomodarlo más de la cuenta.
Estos dirigentes llaman a la lucha porque no les queda
otra, sino quieren verse desprestigiados ante las bases y
sobrepasados por la rabia de los trabajadores, pero en el
fondo están más pendientes de ver lo que le conviene
al gobierno, que de luchar hasta el final por lo que le
conviene a la clase trabajadora. Por eso terminaron el
conflicto de finales de 2009 así, apostando a la
desmovilización, a apaciguar los ánimos y mantener la
confianza y la espera pasiva, a cambio de simples
promesas. Es decir, una estrategia completamente impotente, que ata de manos a los trabajadores y le da la
posibilidad al gobierno de hacer todos los desplantes e
incumplimientos que nos ha hecho. Dentro de poco se
cumplirá un año de esa tregua generosa que los
sindicatos le ofrecieron al gobierno, y por eso tiene su
cuota de responsabilidad en esta situación que vivimos
hoy, en la que incluso puede estar en riesgo la cobro
completo de los aguinaldos.
Debemos luchar con total independencia política frente al
gobierno y cualquier bando patronal
Es por todo esto que los trabajadores y trabajadoras
debemos luchar sin ningún tipo de ataduras políticas al
gobierno ni a proyectos igual de patronales y
explotadores (la oposición nacional), como es el caso de
las direcciones sindicales que tenemos hoy. Así vemos por
ejemplo como el mismo presidente de SINATRA y de la
recién creada Federación Nacional, Eduardo Sánchez, es
un declarado defensor de la política del gobierno del
¡recorte del presupuesto a las universidades! ¡Pequeña
contradicción! Pero no solo esto es la política del
gobierno, sino que ese “ajuste del gasto” incluye el
congelamiento o incumplimiento de derechos
contractuales y salariales en la administración pública,
salud, educación y empresas estatales, así como el
aumento del IVA y la devaluación del bolívar. Todo
esto para cuadrar las cuentas del pago religioso de la
Deuda Externa a los capitales imperialistas, el pago a
las transnacionales por las estatizaciones, la
exoneración/subsidio del ISLR y el IVA a una serie de
“empresarios productivos” (tanto nacionales como
extranjeros).
¡Es imposible ser consecuente con los intereses de la clase
obrera y el pueblo pobre si se apoya este tipo de políticas,
donde siempre se sacrifican los intereses de los
trabajadores y pobres en beneficio de los intereses y
ganancias de los capitalistas! Y no solo es el caso de
Sánchez, sino que la oposición burguesa –representada
aquí por las autoridades universitarias– también está de
acuerdo con este tipo de medidas. Tanto el gobierno
como la oposición coinciden en descargar sobre nuestros
hombros el peso de su crisis (más bien la oposición pide
más libertad de acción aún y más sinvergüenzura para
con los capitalistas, y más IVA y más devaluación del
bolívar).
Por eso, por más que se desgañoten unos y otros
exigiendo el pago de nuestras deudas, no pueden
representar una línea de lucha consecuente y hasta el
final por nuestros derechos, porque las políticas
económicas “anticrisis” que ambos sectores defienden
son las que llevan al incumplimiento de nuestros
derechos y los golpes a nuestro bolsillo. Como ejemplos,
vemos que los sindicalistas chavistas pretenden reducirlo
todo a la responsabilidad de un ministro o a un crédito
adicional, escondiendo que se trata de una política nacional de la cual es responsable todo el gobierno,
incluyendo al propio Chávez; y por el lado de la
oposición, solo critican al gobierno pero no dicen ni pío
sobre que la “falta de recursos” para los salarios del sector
público tiene que ver con que grandes sumas de dineros
públicos van a parar a manos de los capitalistas y
banqueros (por diversas vías: pago de la Deuda Externa,
pago a las transnacionales por estatizaciones,
endeudamiento con la banca nacional, subsidios de
impuestos, créditos baratos, etc.), precisamente esos
explotadores que la oposición quiere que tengan más
libertad.
Por eso debemos levantar nuestras banderas, las de la
clase trabajadora, con la más completa independencia
política frente a cualquiera de estos bandos.
Un programa de lucha que vaya hasta el final por nuestros
derechos
No se trata solo de la Normativa Laboral, la cual debemos
hacer cumplir íntegramente, sino de todo lo que nos hace
a los trabajadores y trabajadoras llevar una vida precaria,
siempre con necesidades en nuestras familias. Se trata
también de luchar por verdaderos aumentos de salarios
dignos, que cubran todo lo que avanza el costo de la vida.
Se trata de luchar contra la precarización que somete a los
contratados y tercerizados a la condición de trabajadores
de segunda, violándose derechos sindicales, laborales y
con salarios más bajos aún, como un mecanismo del
Estado y de las autoridades universitarias de hacer
“eficiente” el presupuesto. Los sindicatos le dan la
espalda a estos compañeros y compañeras, haciéndose
cómplices de este mecanismo de súper explotación y de
mayor división de las filas de la clase trabajadora. Se trata
también de luchar contra todas las medidas económicas
del gobierno que afectan nuestro salario y nuestras
condiciones de vida. Por eso debemos pelear por:
¡El cumplimiento íntegro de la Normativa Laboral!
¡Por un aumento de salario digno igual al costo de la
Canasta Básica Familiar!
¡Por la unidad de las fuerzas de los trabajadores: abajo
la precarización labora y pase a nómina de todos los
tercerizados y contratados! ¡A igual trabajo e igual
salario y condiciones!
¡Basta de impuestos al bolsillo trabajador: abajo el IVA!
¡Basta de destinar dineros públicos a los capitalistas!
¡Abajo el pago de la Deuda Externa, los pagos a las
transnacionales y los subsidios de impuestos a los
“empresarios productivos”!
¡Aumento del presupuesto para la educación pública
con base al no pago de la deuda externa y altos
impuestos a las ganancias capitalistas!
¡Comités tripartitos elegidos en asamblea para que
administren el presupuesto universitario!
Una estrategia para unir a las bases en la movilización y
superar la dirección burocrática de la lucha
La lucha que tenemos por delante solo puede ser llevada
hasta el final con la más amplia unidad y movilización de
los trabajadores, y con las propias bases tomando en
nuestras propias manos la dirección de la lucha. No
podemos dejar en manos de las cúpulas sindicales estas
tareas.
Debemos impulsar del desarrollo de asambleas por
dependencias en cada universidad, donde todos los
trabajadores y trabajadoras puedan discutir abiertamente
sus opiniones y definir las medidas de luchas y sus
propios delegados/as con mandatos de esas asambleas,
para que se vaya así formando una verdadera
coordinación desde las bases en lucha. Los planes de
luchas, las medidas que se tomen, deben expresar la
voluntad de las bases, y este mecanismo de asambleas
por dependencia y elección de delegados que sean la voz
de estas decisiones, es clave en este camino. Ya basta de
asambleas generales solo para que los burócratas
sindicales informen o soliciten votar decisiones que ya
han cocinado entre ellos (o entre ellos y los funcionarios
del gobierno, o las autoridades).
En este mismo sentido, debe trabajarse en la perspectiva
de un Encuentro Nacional de Trabajadores y
Trabajadoras de las universidades, donde acudan no solo
los dirigentes sindicales sino también los/as delegados/as
que se escogen en asambleas previas en cada universidad,
y que vengan con el mandato de esas asambleas para
coordinar un verdadero Plan Nacional de Lucha
Unificado. Las medidas actuales brazos caídos u horario
de emergencia, son completamente insuficientes, si no se
asumen un camino como el que mencionamos, que
pueda llevar a verdaderas acciones masivas y
contundentes, nacionales, decididas por la base en lucha
y no solo por las cúpulas. Y en ese sentido, también es un
pobre engaño pretender que todo se va a resolver
exigiendo la renuncia de algún ministro en particular.
¡Basta de confiar en las promesas y políticas del
gobierno!
¡La renuncia de un ministro de es ninguna solución
real!
¡Por una coordinación de las bases en lucha!
¡Por Comités de Conflicto electos democráticamente!
¡Por un Encuentro Nacional de Trabajadores
Universitarios!
¡Por un Plan Nacional de Lucha Unificado decidido
por las bases!