El viaje a Nueva York no estuvo solo centrado en la Asamblea General de la ONU. Atosigado por la crisis económica, el gobierno de Maduro aprovechó su paso por la ciudad, para reunirse con la banca imperialista e insistirles que se les continuará pagando “hasta el último dólar”.

“Venezuela… en su histórico intachable” de pagador de la deuda externa

Fue el propio ministro de Economía y Finanzas, Rodolfo Marco Torres, quien informó que el Gobierno se reunió en Nueva York con representantes de la banca de inversión a quienes reiteró el compromiso del país con el pago de la deuda externa, agregando que "Venezuela demuestra responsabilidad y compromiso en su histórico intachable, cumpliendo todas nuestras obligaciones internacionales".

Las reuniones comenzaron el lunes 28 con los acreedores y se extendieron hasta el miércoles 30 con los “inversionistas”, y entre los que participaron también figuraban JP Morgan, Pimco, Alliance, GSAM, Fintech, Discovery, Fidelity, TCW, Wellington, Blackrock, NWI y Stone Harbor. Es que Venezuela debe encarar en los próximos meses sus mayores pagos de deuda de todo el año 2015, entre octubre y noviembre enfrenta vencimientos de capital e intereses por el orden de los 5.261 millones de dólares, siendo que ya en el primer semestre pagó alrededor de 5.600 millones, para totalizar el año pagando casi 11 mil millones.

Los años 2015, 2016 y 2017 son los períodos de mayores concentraciones de pago de deuda externa del país. Así que en los próximos años, los pagos de miles de millones de dólares están en fila, en el 2016, se pagarán 10.792 millones y 12.730 millones de dólares en el 2017, según proyecciones del propio BCV. Recordemos que el año 2014 el Gobierno de Venezuela cumplió con su compromiso de deuda externa cancelando casi 5 mil millones de dólares.

Acreedores como JP Morgan y Stone Harbor manejan bonos venezolanos que les proporcionan un retorno de 37%, obteniendo considerables ganancias. La propia Stone Harbor, firma administradora de dinero con sede en Nueva York, ha concentrado sus inversiones venezolanas en la deuda de vencimiento a menor plazo desde el cuarto trimestre del año pasado. Esta firma sostiene que para ganar dinero en el mercado de bonos de Venezuela hay que ignorar las opiniones convencionales, refiriéndose a no hacer mucho caso por algún peligro de default en el corto plazo, pues viene comprando los pagarés de próximo vencimiento de Venezuela apostando a que el país conseguirá suficiente dinero para seguir haciendo los pagos. Y el Ministro Marco Torres está allí para decirle a Stone Harbor, que tienen razón, que Venezuela honrará sus compromisos. Contentos así, los acreedores siguen chupando las riquezas del país.

Alguien se puede preguntar cómo Maduro hace un larguísimo viaje a China para conseguir en el segundo semestre de 2015 un préstamo de 5 mil millones de dólares, y hace un vuelo de pocas horas a Nueva York para decirle a la banca imperialista que cumplirá en pagar los 11.000 millones de dólares de 2015, utilizando para ello las reservas internacionales, activos de la nación y hasta fondos de pensión de los que dispone PDVSA. Cualquiera diría que es el mundo al revés, pero no, el gobierno recorre miles de kilómetros para conseguir dinero, pagadero con petróleo, hipotecando la propia producción a futuro, para al mismo tiempo pagar dinero superior en cuantía a la banca extranjera. Así, tanto por una vía u otra, se desangra el país, para seguir siempre endeudados.

No viene mal recordar que China ha prestado a Venezuela 56.691 millones de dólares desde el año 2007, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez inició la relación financiera con el gobierno asiático a través de la creación del Fondo Conjunto Chino Venezolano, así como del Fondo de Gran Volumen y Largo Plazo, de los cuales buena parte se ha pagado con entrega de petróleo, alrededor de 31 mil millones de dólares. El gobierno ha insistido siempre en que se trata de “inversión, no de endeudamiento”, pero con el nuevo préstamo de 5 mil millones de dólares, en los hechos, ya se le debe a China un aproximado de 24 mil millones en total descontando aquí lo que ya se ha pagado con el oro negro.

“Somos una Patria responsable y soberana” a costa del pueblo

Justamente a estos buitres es que el Ministro de Economía y Finanzas les pidió confianza garantizándole el cumplimiento de los compromisos. “Somos una Patria responsable y soberana”, acostumbra decir el Ministro, y vaya si esto es “soberanía” donde temerosos de represalias si no se les llega a pagar, les garantizan hasta el último centavo a la banca imperialista.

No es un secreto para nadie que este año la economía del país presentará un desempeño aún peor con respecto al año pasado, afectada por la caída más pronunciada de los ingresos petroleros y sus ingentes compromisos de deuda internacional, y no hay que ser adivino para saber que el 2016 se prefigura más grave aún. Pero el gobierno decide que es mejor pagarles a los acreedores imperialistas, que dar respuesta a la acuciante crisis económica que está recayendo sobre la espalda de las clases trabajadores y pobres del país. Hay escasez para el pueblo pero no hay escasez de dólares para pagarle a los buitres internacionales.

Por eso es necesario oponerse al pago de esta deuda que termina siendo un peso sobre nuestros hombros. Primero las necesidades de las mayorías del país, de las mayorías obreras y populares. No puede ser que para alimentar la sed de ganancia de un puñado de usureros que viven en la opulencia, tengamos que estar sufriendo los golpes de una agobiante crisis económica, con caída del salario real, desabastecimiento, escasez y una inflación que eleva día a día el costo de vida.