Este fue el segundo año consecutivo donde no hubo un acto obrero e independiente en nuestro país, todo lo contrario a lo que afirman algunas corrientes sobre que hubo actos combativos y autónomos. Dos actos centrales se realizaron expresando la polarización política nacional. Por su lado, desde el chavismo, un acto central, en la Avenida Bolívar, luego de concentrarse desde dos puntos de la ciudad, más oficialmente partiendo desde Catia desde donde llamó el PSUV y organizaciones sindicales, y partiendo desde La Bandera, queriendo expresar cierta inconformidad pero sin cuestionar a Chávez, sectores agrupados en la ya debilitada UNETE, que agrupa centralmente al sector liderado por Marcela Máspero -el CTR- y a Marea Socialista, de Stalin Pérez Borges, además del PCV.

Nada nuevo bajo el sol en esta: poner a la gente aplaudir la retórica vacía y demagógica de una "revolución" y un "socialismo" que no existen más que en el discurso, que encubre no más que un proyecto de desarrollo nacional burgués, que mantiene casi intacta la estructura capitalista de la economía y la expoliación de los capitales imperialistas, y persigue una alianza con empresarios, banqueros y terratenientes "nacionalistas" y "productivos", e incluso con capitales imperialistas "amigos". Los asistentes, en lugar de asistir pues a un acto de lucha contra la explotación capitalista y contra sus efectos en nuestras vidas, debieron escuchar los cuentos del paraíso del gobierno: el 1º de Mayo es en Venezuela una fiesta popular, porque aquí además “la crisis no golpea a los trabajadores” según Chávez. Los bajos salarios, la negativa a discutir contratos colectivos, los despidos en el sector público y privado, los trabajadores asesinados por la represión estatal o por el sicariato patronal con total impunidad brindada por el gobierno, los más de 200 trabajadores y trabajadores enjuiciados por protestar, la gran cantidad de precarizados y tercerizados, por sólo mencionar algunas cosas, ¡eso no existió en el paraíso pintado por Chávez!

En su contracara, la marcha conocida como de la oposición sindical al gobierno convocada originalmente por Solidaridad Laboral y Fadess impulsada por Pablo Castro de Un Nuevo Tiempo, Froilán Barrios del Movimiento 2-D, Carlos Navarro de Copei, Henry Arias de Voluntad Popular de Leopoldo López, para solo mencionar algunas de sus figuras más representativas, sindicalistas de la derecha claramente reconocidos por sus posiciones políticas públicamente. A esta se sumó, como es sabido, la USI y la C-CURA. Los compañeros en vez de empujar al ferrominero Rubén González, preso por el gobierno por realizar huelgas obreras y liberado por la lucha de los trabajadores, hacia la independencia de clase, lo llevan a la conciliación con los partidos patronales, como tristemente se observó en la marcha de Guayana el pasado 26 de marzo reflejado en una triste foto con Corina Machado, y se volvió a repetir este 1º de Mayo junto a los Froilán Barrio, Pablo Castro, verdaderos agentes del capital. De último momento se sumó a esta marcha la otra ala de la CTV que lidera Manuel Cova (el otro sector de la CTV es parte de Fadess y Solidaridad Laboral).

Es a través de este frente que las fuerzas políticas de la derecha han intentado meterse en el movimiento sindical más orgánicamente y tener política hacia el mismo partiendo del fuerte descontento entre los trabajadores por la contención salarial, pérdidas de conquistas y criminalización de la protesta. Tal como se ha expresado en las dos últimas y más importantes marchas, 5 de febrero y 26 de marzo, a las que le ha sabido poner su impronta. En esta marcha tuvo la presencia de los principales partidos y dirigentes políticos de la derecha más emblemática como Corina Machado (amiga de Bush), Leopoldo López Antonio Ledezma , además de diputados de la Mesa de Unidad Democrática.

El pomposamente llamado “Frente Autónomo por la Defensa del Salario, la Seguridad Social y el Sindicato” (FADESS), vocifera por “los derechos laborales” y el derecho a la protesta, pero la mayoría de sus dirigentes ¡también se pronuncian por la defensa de la propiedad privada capitalista ante las regulaciones y estatizaciones que hace el gobierno!, ¡están por la defensa incluso de la propiedad de los terratenientes que mandan a asesinar dirigentes campesinos!, y piden una “ley de primer empleo” que le facilite mano de obra barata a los explotadores y los exima de sus compromisos con la seguridad social, como lo expresan claramente Pablo Castro y Froilán Barrios, entre otros representantes sindicales de este frente. En fin, posan de defensores de los derechos de los trabajadores de la mano del programa abiertamente proempresarial, es decir, antiobrero, de la oposición patronal.

Por todo esto también, en estos actos del 1º de Mayo fueron sacrificados el internacionalismo obrero y la lucha antiimperialista. Ni el de FADESS ni el del gobierno fueron actos que se opongan al pago religioso de la deuda externa, a la convivencia con el capital transnacional, a los pagos por estatizaciones y a la exoneración de impuestos. El gobierno de Chávez viene en un giro a derecha en sus acuerdos internacionales, haciéndoles importantes favores a los gobiernos proimperialistas de la región, como los acuerdos para reconocer al régimen golpista en Honduras y la entrega al gobierno colombiano de militantes y simpatizantes de las FARC y el ELN. La resistencia de los trabajadores, mujeres y pueblo hondureño es sacrificada en el altar de la diplomacia chavista, al igual que los luchadores colombianos. ¡Pero la mayoría de los sindicalistas de la derecha integrantes de FADESS avalan todo esto, y los “socialistas” que van con Chávez no se hacen problema de conciencia con eso! Es por eso que también en ninguno de los dos actos estuvieron presentes las rebeliones de los pueblos árabes.

¡Es necesario impulsar un polo verdaderamente clasista y combativo, de unidad desde las bases en lucha, con independencia de clase!

Una vez más queda demostrado que las políticas de los sectores que se reivindican “revolucionarios”, “obreros y socialistas”, pero llevan a los trabajadores tras la oposición patronal o el gobierno, son las dos caras de una misma moneda: la “estrategia” de mantener a la clase obrera subordinada a proyectos burguesas. Ninguna de estas corrientes desarrolla una lucha real en las fábricas, lugares de trabajo y universidades para que los trabajadores se doten de políticas y estrategias propias como clase. Este tipo de lucha por la independencia política de los trabajadores es, para estas corrientes, un secreto bien guardado bajo siete llaves.

Fue total responsabilidad de las burocracias y corrientes de esa izquierda que extravió la brújula de la delimitación de clase que en este 1º de Mayo no hubiera actos obreros ni independientes. Es completamente falso que la marcha convocada desde Solidaridad Laboral y Fadess fuera una gran jornada de protesta o que es un paso a la autonomía sindical. Los hechos lo demuestran. Fue triste ver, cuando antes se supo hacer importantes actos obreros en Maracay con cientos de compañeros, reducidos a esta comparsa con 25 compañeros. Es que la hegemonía en el Fadess la tienen sectores sindicales ligados a la derecha que quieren hacerle creer a los trabajadores que sus propios explotadores son los que darán respuestas a sus demandas, y los lamentos y reclamos de la USI para que los partidos de la oposición patronal no “nos copen” las movilizaciones son apenas muestra de una total genuflexión, pues en la práctica se adaptan a los burócratas sindicales de esos partidos, que son verdaderos agentes de los capitalistas entre la clase obrera.

Llamamos una vez más a los compañeros de la USI a romper con este rumbo que no hace más que llevar agua al molino a la derecha empresarial; llamamos también a los compañeros de Marea Socialista que rompan con su política de apoyar el nacionalismo burgués de Chávez. Por eso urge bregar por que se abra paso, desde las bases, entre la vanguardia obrera y la juventud, una verdadera corriente clasista y combativa, de unidad desde las bases en lucha y con plena independencia de clase. Tanto en nuestro país como a nivel mundial, la debilidad de los trabajadores y trabajadoras frente a este sistema de explotación y sus gobiernos no está en nuestro número, somos la clase más grande e importante de la sociedad. El mundo, podríamos decirlo, está en nuestras manos: la debilidad en la ausencia de independencia política como clase y de estrategia y organización revolucionarias. Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo luchamos en ese sentido y llamamos a quienes coincidan con esta necesidad a juntar esfuerzos en esta perspectiva.