(La Izquierda Diario)La caída en los precios del petróleo continúa una dinámica abrupta cuyas cotizaciones han llegado a descender a niveles de 2010 en medio de divisiones en la OPEP. El barril del Brent cayó este jueves 13 a su precio más bajo en cuatro años, tocando los 78,46 dólares, el WTI ha llegado a 74,96 dólares, mientras el último cierre oficial de la cesta venezolana de la semana pasada había sido de 72,80, por lo que para este viernes podría estar tocando el piso de los 70 dólares por barril. En otro artículo de La Izquierda Diario hemos explicado las distintas causas de esta caída de los hidrocarburos que mantienen en tensión a muchos países, en particular a Venezuela, un país rentista por excelencia.

Momentos desesperados

El escenario es preocupante para Venezuela, que depende altamente de los ingresos petroleros para mantener al día sus pagos de deuda que solo en este año han sido altos y para el 2015 se esperan mayores compromisos, así como el funcionamiento de los planes de Gobierno y hacerle frente a las altas importaciones a que se ve obligado a hacer el país. La caída del petróleo, fuente de 96 de cada 100 dólares que entran a la economía venezolana, ha llegado en un momento difícil para el Gobierno de Nicolás Maduro que enfrenta dificultades económicas. A estos problemas se suma una alta inflación, escasez de bienes y fuerte caída de las reservas internacionales comparada con años anteriores.

El gobierno nacional acaba de presentar el presupuesto para el próximo año en base a un precio del crudo de 60 dólares el barril. Pero no es novedad que este año el presupuesto se calcule a un precio por abajo del promedio anual, pues siempre se ha calculado muy por abajo de la cotización del hidrocarburo, incluso cuando estaba en un promedio por encima de los 100 dólares. Por ejemplo, el precio de referencia del petróleo fue de 50 dólares para el presupuesto de 2012 cuando el crudo tuvo un promedio anual de 103,42 dólares, para el 2013 fue de 55 dólares con un promedio de 98,08 para ese año. Pero si en menos de 6 meses los precios para la cesta venezolana han perdido prácticamente 28 dólares, y nada indica que repunte, el peligroso escenario indica que faltaría poco para que el cálculo de referencia para el presupuesto anual choque con el precio real, complicando la economía nacional.

Esta es la situación desesperada para Venezuela, y es por esta razón que cuando los precios rompieron la barrera de los 100 dólares, el país caribeño buscó presionar una reunión de emergencia a los integrantes de la OPEP pero no obtuvo ningún eco. Por el contrario, tuvo un portazo por parte de los mayores productores de este cartel de hidrocarburos. Países como Venezuela, Ecuador y Argelia han salido a presionar para una subida en los precios, debido a la indiferencia que países influyentes de la OPEP han mostrado, como es el caso de Arabia Saudita, frente a una realidad que está poniendo en jaque a las economías de naciones productoras, y que amenaza prolongarse hacia el 2015.

Frente a esta constante indiferencia es que el canciller venezolano, y anterior ministro de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez inició este miércoles 12 una gira urgente por países productores de crudo con la intención de “hablar sobre el mercado petrolero”, y que contempla la visita a Argelia, Qatar, Irán y Rusia, aunque este último no pertenece a la OPEP.

El viaje de Ramírez se realiza luego de su encuentro la semana pasada en la isla Margarita, durante una conferencia sobre el clima mundial, con el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, representante del socio más influyente de la OPEP y el mayor exportador mundial de crudo. De estas conversaciones no salió absolutamente nada, mientras que el ministro de Petróleo de Kuwait más recientemente ha afirmado que es improbable que el grupo reduzca su cuota de producción cuando se reúna el próximo 27 de noviembre en Viena. El punto de tensión está puesto sobre la OPEP y la decisión que tomará en esta reunión, para frenar -o no- la caída del precio del petróleo, que ha tocado piso de hace cuatro años.

Pocas probabilidades de acuerdos

Como indican algunos periodistas de la agencia Reuters, a pesar de “un sutil cambio podría estar teniendo lugar al interior de la OPEP antes de su reunión más importante en años, según delegados del grupo, a medida que se intensifican silenciosamente las discusiones sobre si se necesita reducir la cuota de producción para defender los ingresos petroleros… de manera privada… advierten que llegar a un acuerdo no será fácil”, y poco se espera de buenos resultados sobre todo para los países más dependientes de los ingresos del crudo como Venezuela. Incluso se habla de alguna baja de compromiso en la cuota mundial, pero que no se cree que puedan tener gran impacto para repuntar su precio.

Es que si bien las discusiones sobre la necesidad de reducir la cuota de producción para defender los ingresos petroleros se han intensificado en las últimas semanas, es de conocimiento público, y así lo reflejan la mayoría de los analistas, los países del Golfo se han mostrado satisfechos con las actuales cotizaciones del crudo.

Es que el mayor exportador mundial de petróleo y miembro clave de la OPEP, Arabia Saudita, a través de su ministro de petróleo Ali al-Naimi, el miércoles 12 rompió su silencio declarando que no existe “una guerra de precios” del petróleo, de la que se le ha venido acusando para presionar y detener la producción de esquisto con el método fracking de Estados Unidos, que tiene un fuerte costo para producirlo, peligrando ese mercado para su producción. En estas declaraciones públicas, el ministro saudita de Petróleo no hizo mención sobre la posición que tendrá su país de cara a la crucial reunión de la OPEP de finales de noviembre, en la que los países productores de petróleo van a considerar si recortan el bombeo para evitar una mayor caída de los precios.

Rafael Ramírez, luego de su paso por Argelia y al llegar a Qatar en el momento que escribimos este artículo, apenas ha afirmado que "Nosotros lo primero que estamos haciendo es sondeando las opiniones de los países (...), los consensos se construyen bilateralmente hablando, yo creo que estaremos en posición de una misión consensuada". Esperanzas en que se centra un país altamente dependiente del petróleo.

Difícil panorama para los trabajadores y el pueblo

No son buenos presagios que se pueden augurar para los trabajadores y el pueblo, cuando de mantenerse este escenario de brutal caída de los precios se mantiene, pues el Gobierno de Maduro se verá en mayores dificultades, tendrá que aplicar mayores medidas de ajuste, muy superiores a las que ha venido aplicando aunque de manera dosificada. De cómo se preparan y se organiza la clase trabajadora dependerá que la actual crisis no sea descargada sobre sus hombros, y sí sobre los capitalistas y los que la generaron.