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Domingo 19 de octubre de 2014

NACIONAL

La derecha dividida busca aprovechar la crisis del chavismo

Milton D’León


La oposición de derecha en el país, aprovechando la decadencia que vive el proceso del chavismo, se viene rearmando con el objetivo de retomar el poder político. Sin embargo, la situación del bloque derechista aglutinado en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) atraviesa fuertes divisiones, que han quedado en evidencia en diversas oportunidades a lo largo de este año. La renuncia de Ramón Guillermo Aveledo como secretario ejecutivo de la MUD, expuso aún más la crisis. Pero es un hecho que en el momento político actual, tal situación de la derecha beneficia al Gobierno, quien puja para acentuar su división.

Las divisiones y las demagogias en la oposición derechista

Es claro que las divisiones de la derecha venezolana radican en cómo cabalgar sobre la crisis del chavismo para sacar a Maduro de la presidencia. Con este objetivo común, no se ponen de acuerdo en la estrategia para hacerlo, en cómo y enfrentar al gobierno. Ya con Chávez en el gobierno, ensayaron todas las variantes posibles, incluyendo golpe de Estado y paros de saboteo económico apoyados desde Washington. Algunos analistas consideran que “mientras el gobierno de Nicolás Maduro enfrenta la peor crisis económica en décadas, la oposición venezolana está dividida, carente de liderazgo y sin estrategia común” (¿Dónde está la oposición venezolana? BBC Mundo, 25/08/2014).

No faltan los que consideran que la situación actual "es una oportunidad de oro” para esta oposición. No obstante, según la encuestadora caraqueña Datanálisis, “el difícil momento que atraviesa Maduro -quien además enfrenta duras críticas dentro del chavismo- no se ha traducido en un repunte de la oposición en las encuestas: ni sus líderes políticos ni La Salida ni la MUD son vistos como la solución a los problemas”. Los llamados sectores “duros” encabezados por María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio Ledesma, para nombrar sus caras más visibles, son más abiertos en su objetivo político y pujan para una salida inmediata de Maduro. Otro sector, considerado en el momento actual como el “moderado”, con Henrique Capriles Radonski y otra gama de dirigentes a la cabeza, habla de alistarse “mejor” por las elecciones parlamentarias como las que se realizarán a finales de 2015, y a partir de su resultado, definir los rumbos a tomar.

Este último sector afila su demagogia política buscando un rostro más “renovador” de la MUD Ha querido travestirse incluso de “progresista”, algo nada creíble para quienes conocen su historia y sus planes económicos y políticos. Nicolás Maduro no puede ser sometido a un revocatorio hasta el 2016, fecha considerada demasiado lejos para el sector más recalcitrante de la MUD. Este sector ha querido imponer la agenda a toda la derecha por la vía de los hechos, desarrollando acciones decididas a buscar la renuncia del Presidente.

La división tuvo su más cruda demostración durante los eventos de febrero y marzo, cuando el sector más “duro” de la derecha arremetió abiertamente con lo que se denominó la política de “La Salida”, buscando forzar la renuncia de Maduro, política que no fue acompañada por Henrique Capriles entre tantos otros. El gobierno de Maduro logró desarticular la política de los “duros” y atrajo al grueso de la MUD a las mesas de “diálogo político”. Sin embargo, este sector volvió a largarse solo, ahora juntando firmas para la convocatoria de una “Constituyente” con el intuito de forzar la salida de Maduro y lograr una elección anticipada.

La “Constituyente” es una opción de difícil concreción, no solo porque necesitan recolectar la firma del 15% de los votantes registrados, unas 3 millones de personas, sino sobre todo porque tal política no cuenta con el apoyo total de los 20 partidos de oposición que componen la alianza de la MUD. Como se ve, cada sector arranca a implementar su política, sin lograr o siquiera buscar acuerdos internos previos. Al menos un sector del imperialismo pareciera inclinarse por salidas más rápidas como las que propician los “duros”, como puede sobreentenderse las recientes declaraciones del Jefe del Comando Sur John Kelly.

Buscando un “nuevo rostro” para la MUD que permita incidir en la base social del chavismo

La reciente elección de Jesús “Chúo” Torrealba como nuevo secretario ejecutivo de la MUD, busca la “reorganización” y cambiarle un tanto el “rostro” a este frente político, una especie de “renovación” política. Este dirigente político, de familia ligada al Partido Comunista y con pose “progresista”, ha pregonado una suerte de populismo de derecha en su programa televisivo “El radar de los barrios” que lo ligaba de alguna manera a determinados sectores populares con denuncias cotidianas de toda índole, con el intuito de socavarle la base al chavismo. Sin embargo, para el ahora analista político y ex vicepresidente nacional con Hugo Chávez, José Vicente Rangel, la elección de Chúo Torrealba no obedeció a un consenso hecho por los partidos políticos de la MUD, sino a la urgencia de cubrir la vacante de Ramón Guillermo Aveledo, apremiados por seguir apareciendo como un bloque que aún mantiene la “unidad”.

La derecha busca así su “tabla de salvación” que le permita articular una política más en común para capitalizar la crisis del chavismo. Este es el objetivo que buscan con la elección del nuevo secretario ejecutivo, considerado más dialogador entre todos los sectores, aunque es una tarea difícil de remontar. Torrealba ya se expresó sobre la Constituyente afirmando que “tiene el problema de que no es consensual, ni en el país ni dentro de la alianza”, y consideró que “las legislativas… están en un cronograma electoral y no asumirlas sería irresponsable”.

Esta política se combina también con acciones callejeras, con marchas para tensionar lo más que se pueda la situación, aunque sin buscar sacar en lo inmediato a Maduro, sino ir erosionándolo, en medio de su propio desgaste. Saben que el chavismo tendrá que aplicar mayores planes de ajuste, como ya lo viene haciendo, que ahora con la fuerte caída de los precios del barril del petróleo verá reducidos sus márgenes de maniobra. No es casual que el nuevo secretario ejecutivo ha sido enfático al afirmar que “cualquier cosa que se desmarque, por ejemplo una actividad que no sea pacífica o que niegue la vía electoral y la Constitución, por supuesto no está dentro de la estrategia”, un mensaje que puede leerse dirigido al sector “duro”, y más proclive hacia los “moderados”.

Las tensiones internas pueden socavar el proyecto de Chuo Torrealba

Es claro que en la MUD las cuestiones centrales no las define un secretario ejecutivo, sino la correlación de fuerzas entre los partidos. “Chúo” Torrealba puede ser un fusible que por las propias tensiones internas de la MUD termine quemándose, por eso hasta el momento, y ya tras varias semanas de su elección como secretario ejecutivo, no han podido salir con alguna línea unificada.

La derecha en el país vive su dilema, que en el marco de la decadencia del chavismo busca capitalizar su crisis en medio de una gran división. Los trabajadores, los pobres y los campesinos, tendrán que jugar más activamente y plantearse una salida propia, de independencia de clase y política. Para impedir que sea la derecha que capitalice la crisis del chavismo, deben prepararse para responder a los ataques que vienen o puedan venir más duro por parte del Gobierno nacional al mismo tiempo enfrentando los proyectos derechistas y proimperialista de la MUD.


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