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Sábado 21 de febrero de 2015

NACIONAL

La detención de Ledezma y la tensión política nacional

Por Milton D’León


En horas de la tarde de este viernes el alcalde metropolitano de Caracas, el derechista opositor Antonio Ledezma fue presentado en los tribunales para su audiencia de presentación, luego de haber sido detenido el día de ayer por fuerzas del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Desde la Fiscalía se indicó que Ledezma fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión acordada por la referida instancia judicial a solicitud del Ministerio Público (MP). La imputación sería por estar presuntamente implicado en hechos conspirativos para organizar y ejecutar actos violentos contra el Gobierno nacional. Esto está en consonancia con la declaración del Presidente Maduro, que acusa a Ledezma, junto a la ex diputada María Corina Machado y al detenido Leopoldo López, de planear un golpe de Estado alentado por Estados Unidos y que supuestamente se realizaría este febrero, pero que “gracias a la actuación oportuna” fue desmantelado.

El derechismo continental y Obama se alínea en solidaridad con Ledezma

La derecha no ha tenido capacidad de convocatoria frente a sus llamados movilización masiva frente al arresto de Ledezma. Tanto es así que al buscar mostrar su rechazo a la medida con acciones de calle, esta derecha no consiguió realizar una concentración importante. Apenas consiguió juntar a unas 200 personas en la ciudad de Caracas. Esta circunstancia también es aprovechada por el gobierno.

La detención de Ledezma rápidamente empezó a tener repercusión internacional, pero no por alguna simpatía popular, sino centralmente impulsada por los sectores más recalcitrantes del continente. El secretario general de la OEA, Miguel Insulsa salió a declarar que "la detención del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, ha provocado una fuerte alarma por la forma en que esta se llevó a cabo, y por su carácter de mandatario electo en ejercicio de su cargo". El presidente de Colombia salió a declarar que: "hemos manifestado, en privado y en público, nuestro deseo de que a los opositores se les respeten sus derechos. Inclusive hemos pedido la libertad de Leopoldo López. En el caso del alcalde Antonio Ledezma, también esperamos que cuente con todas las garantías para un debido proceso".

El alcalde de la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, el derechista Mauricio Macri, salió también en defensa de Antonio Ledezma, y de igual manera no le han dejado de llover actos de solidaridad de la amplia mayoría de la derecha del continente. Y por supuesto no han faltado las manos del imperialismo estadounidense en el actual momento político. La subsecretaria de Estado para América Latina dijo este viernes tras el arresto de Ledezma, Roberta Jacobson que "Estamos profundamente preocupados por lo que parece ser una escalada de intimidación de oposición de parte de gobierno de Venezuela”, tras la política de Obama de intimidación al Gobierno de Maduro con las sanciones a Venezuela.

¿Quién es Ledezma?

Pero hay que ser claros. Si Antonio Ledezma está involucrado o no en esta acción golpista que lo acusa Maduro en estos momentos aún no podemos constatarlo, pues no se ha corroborado públicamente, y todavía el Gobierno no ha presentado las pruebas más fehacientes, lo que se ha comprometido hacer en los próximos días luego de que se le imputen directamente los cargos en la Justicia. Pero lo que sí es cierto es que antecedentes de golpista a Ledezma no le faltan, más bien le sobran.

Ledezma fue una de las piezas claves que articularon el golpe de abril del 2002 cuando consiguieron sacar al fallecido Hugo Chávez por 48 horas, que terminó en un rotundo fracaso, y luego fue un fuerte impulsor del paro y el sabotaje económico de fines del 2002 y principios del 2003 buscando quebrar la economía del país y la caída del Gobierno. Más recientemente, en febrero y marzo del 2014 fue parte del sector que se ubica como el más duro que junto a Leopoldo López y María Corina Machado, quienes impulsaron “La Salida” como una clara política destituyente, cuyo eje central era activar acciones masivas callejeras para forzar la salida Maduro. Ledezma, un viejo zorro de la política venezolana del período del puntofijismo fue un claro impulsor de las políticas neoliberales, y así como lo vimos en acciones directas por sacar a Chávez del gobierno, no ha dejado de involucrarse en el impulso de políticas y movilizaciones en clave destituyente para sacar a Maduro del gobierno.

No hace poco, Antonio Ledezma había firmado un documento aparecido el 11 de febrero donde habla de un acuerdo de transición a las otras fuerzas opositoras por derecha frente a una eventual caída del Gobierno. Dicho documento titulado “Llamado a los venezolanos a un acuerdo nacional para la transición” firmado además de Ledezma, por Leopoldo López y María Corina Machado que, además de ser obviamente un texto neoliberal y de mayor subordinación del país a los mecanismos e imposiciones del capitalismo internacional, tiene un claro contenido “destituyente” pues habla de un programa para “retomar” la institucionalidad del país, que incluye “elecciones presidenciales libres y transparentes”, destitución y nuevo nombramiento de autoridades en los poderes públicos, etc., pero no menciona en ningún momento la vía por la cual ha de darse ese proceso.

El documento no hace mención alguna a las elecciones venideras del calendario electoral: parlamentarias este año, posible referendo revocatorio en 2016, o elecciones presidenciales de 2019, ni a los mecanismo establecidos en la Constitución como la convocatoria a una Constituyente, etc. Es decir, no aclara el mecanismo legal para avanzar en ese proceso que plantean. Por supuesto, el documento da a entender que primero tiene que haber pasado algo de facto para luego avanzar en ese camino.

Se trata de un documento que es claramente una provocación al gobierno (y a cualquier gobierno), un llamado público que lleva implícito un desconocimiento de la autoridad estatal y gubernamental, en el que cabría esperar que Maduro decidiera no tolerar y por eso toma las medidas con algunas determinadas acciones.

La situación en que afloran las tensiones

Aunque todos estos movimientos en la situación actual, no son casualidad, pues a florecen ni bien desaparece de escena Chávez y además cuando resurgen los graves problemas de la economía, el régimen comienza a ser nuevamente asediado por la derecha y el imperialismo, en el marco de una “transición no gradual” del postchavismo como hemos planteado. Y en ese escenario se inscriben estas movidas de la derecha y la reacción del gobierno.

Es claro que el Gobierno de Maduro busca tensionar la situación nacional, buscando aprovechar cada movida de la derecha para polarizar la situación, seguramente buscando sacar del centro los graves problemas económicos que agobian al pueblo venezolano. Es muy probable que las acciones derechistas de algún tipo de golpismo sean reales, antecedentes no le faltan, y si no parten hacia ofensivas de ese tipo lo hacen por consideraciones tácticas y no por alguna cuestión de “principios” o porque son “demócratas”, su propia historia los delata. No se puede descartar tampoco que desde el Gobierno de Maduro se sobredimensionen movidas de los grupos más rancios de la derecha para avanzar en su política de mayor tensión. En el marco de la situación nacional no se puede descartar ningún escenario que se pueda configurar.

Es claro que en el momento actual, la oposición está realmente dividida y que, si bien hay un ala que apuesta al escenario electoral de finales de año –ya anunciaron fecha de sus primarias, el 3 de mayo–, como momento clave para lograr un invalorable punto de apoyo en la lucha por terminar de hacer crisis al régimen y transitar su sustitución, existe otro sector que si bien no es necesariamente el hegemónico es el que ha venido marcando la pauta. A este sector lo hemos visto que desde el 12-F de 2014 para acá, conocido como el sector “duro” viene ganando bases y terreno, al punto que en algunas encuestas Leopoldo López aparece ya con igual o incluso mayor intención de voto que Henrique Capriles Radonski, considerado actualmente como del ala “moderada” entre la población opositora.

El ala que apuesta al escenario electoral busca una eventual mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional, buscando abrir una fuerte crisis institucional, y más aún crisis política donde buscarían dejar claro que un gobierno que no tiene realmente la mayoría sino que es una minoría, ya no puede seguir gobernando, buscando su salida inmediata. De conjunto entonces, ambos sectores se diferencian en las tácticas, pero no en la estrategia.

Estar alertas y forjar una política independiente

En los días que siguen, veremos el curso del momento político que vive el país. Las tensiones se acumulan, y este año apuntan a que éstas se agudicen. La detención de Ledezma se inscribe en este escenario que vive el país. El Gobierno de Maduro afronta una gran crisis económica que es descargada sobre el pueblo, cruzada por una crisis política, mientras la derecha busca aprovechar cada momento para capitalizarla.

Si realmente hay alguna acción golpista por parte de la derecha, no hay duda sobre qué política tener, avanzando en la movilización independiente de las masas para derrotarlo. La clave en el actual momento es que la clase obrera y el conjunto del pueblo debe mantenerse alerta ante estas situaciones, y discutir abiertamente qué tipo de acciones y política debe tener en caso de desencadenarse realmente un escenario golpista. En cualquier caso, la clave será no subordinarse o permanecer expectante ante las medidas del gobierno –que tienden a reforzar al propio aparato represivo que se descarga contra las luchas obreras y populares–, sino dotarse de una organización y métodos propios de lucha, para saber enfrentar a la derecha, derrotando cualquier intentona golpista con los métodos de la clase obrera, y forjar una salida independiente.


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