|
||||||||||||||
Otros Artículos
/
Comunicados, volantes y declaraciones
Lunes 7 de febrero de 2011 VERDADES Y MENTIRAS DE LA MARCHA "INDPENDIENTE" DEL 5 DE FEBRERO Poniendo a los trabajadores y sus demandas, en bandeja en bandeja de plata para la demagogia de la oposición burguesa Por Milton D’León Las políticas del gobierno tanto en el plano político como sindical, la negativa a discutir las convenciones colectivas o a imponerlas según sus criterios en distintos sectores, el cercenamiento al derecho a la protesta, la carestía de la vida producto de la inflación que aumenta los precios y reduce los salarios, así como el mecanismo que ha venido utilizando para implementarlas “expropiaciones” (compras “forzosas”) de sectores empresariales, han venido generando un descontento entre sectores de los trabajadores. No es menos cierto tampoco que sectores empresariales han venido oponiéndose al gobierno por estar contra las “expropiaciones” y contra políticas como la de la inamovilidad laboral, decretadas por el gobierno, que afectan su propiedad privada (fábricas y empresas)[1] y su “derecho” automático al despido. Sectores sindicales afines al chavismo, como Marcela Máspero y Stalin Pérez Borges, han venido apoyando las políticas del gobierno[2] y criticando aquellas que en el campo laboral afectan a los trabajadores, como ocurrió en la marcha del 9/11 del año pasado que fuera convocada para “reclamar aumento de salarios, rechazo a la criminalización de la protesta, apoyo a las ‘nacionalizaciones’”. En su contracara, sectores sindicales afines a los sectores empresariales y representantes orgánicos de movimientos políticos de la derecha también han comenzado a movilizarse, reclamando también mejoras salariales, como por las contrataciones colectivas, el derecho a la protesta, como también contra las expropiaciones del gobierno en consonancia con el sector empresarial, como ocurrió en la reciente marcha del sábado pasado 5/02 en la que participaron también otros dirigentes sindicales de diversos orígenes y diversos agrupamientos. En esta marcha, participaron activa y entusiastamente los dirigentes sindicales y políticos del agrupamiento USI de Orlando Chirino, algunos de ellos con puestos importantes en sindicatos como el de PDVSA, como José Bodas, entre otros, para quienes constituyó “una marcha independiente”. ¿Una marcha independiente? Veamos entonces el grado de “independencia” de esta marcha. La misma fue convocada por un frente de más de 40 sindicatos autodenominado FADESS (de la que forma parte Ccura), y donde varios de sus referentes dejaron claro el contenido de la misma. Así, uno de sus principales impulsores, Froilán Barrios, integrante de la CTV y miembro orgánico del movimiento derechista 2-D, declaró en la misma que era por “la arremetida del presidente Hugo Chávez, al decretar expropiaciones que han afectado no sólo al capital sino al trabajo y sus trabajadores”[3], cuando ya había remarcado que este nuevo movimiento sindical era “un nuevo impulso al promover ante la irracional política de Expropiaciones Estatistas la creación del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario, el Sindicato, la Seguridad Social y en rechazo a las expropiaciones (FADESS)”[4]. En el mismo sentido se expresó, Henry Arias, sindicalista de Alcasa e integrante orgánico del partido derechista Voluntad Popular (VP) de Leopoldo López, quien fue enfático al afirmar en sus declaraciones que esta marcha era “para que se acaben las expropiaciones en este país que corren a los inversionistas y acaban con la creación de empleo”[5]. También, Pablo Castro, directivo de la CTV e integrante orgánico de la derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), quien leyera el Manifiesto del 5 de febrero de algunos sectores convocantes en el que “rechazan las expropiaciones de las empresas” porque afecta al sector privado y empresarial. Por su parte, Frank Quijada, sindicalista de las Empresas Polar del mega empresario Lorenzo Mendoza (dueño del grupo Polar, el mayor productor de alimentos del país, grupo que en años recientes ha sido blanco de varias “expropiaciones”) afirmó durante la marcha que "el gobierno con las expropiaciones viene desmantelando el aparato productivo nacional, mientras nos hace más dependiente de las importaciones"[6], en total consonancia con su patrón. Como vemos, en todas estas declaraciones estos sectores sindicales dejan muy claro en qué sentido se oponen las “expropiaciones”, es decir en total defensa de los sectores empresariales y en defensa de la propiedad privada, totalmente por derecha y propatronal. No fue casualidad entonces la presencia de casi todo el bloque de los diputados de la derechista MUD, donde una de sus principales voces, María Corina Machado, famosa por sus muy buenos lazos con George Bush, participó activamente de la marcha declarando enfáticamente durante la misma que: “No aceptaremos la imposición de un régimen comunista a la cubana”[7], secundada por Leopoldo López de VP, quien argumentó que ellos “tienen el compromiso de organizar a los trabajadores en una nueva mayoría”, y marchaba el sábado “por las calles de la capital venezolana para exigir al gobierno del presidente Hugo Chávez el cese de las expropiaciones”. El árbol tapando el bosque En su declaración de su participación a esta marcha, los dirigentes sindicales y la USI afirmaron que se trataba de una marcha “autónoma”, y obviamente, en sus comunicados sólo hicieron públicos sus discursos y banderas, donde intentaban darle un matiz más propio de los trabajadores. Así llegaron a declarar que constituyó “una de las más grandes movilizaciones obreras independientes de la última década”[8]. Pero así como es imposible tapar el sol con un dedo, era imposible tapar la composición imperante de la marcha, copada en su mayoría por los representantes sindicales orgánicos de los partidos de la derecha venezolana, así como incluso por los propios diputados y dirigentes de la oposición burguesa proyanqui. En la marcha, obviamente planteaban demandas sentidas por los trabajadores, como exigir un aumento general de sueldos y salarios, para protestar contra la precarización del empleo, y exigir la libertad del dirigente sindical Rubén González, entre otras cuestiones sobresalientes, combinadas con las consignas contra las expropiaciones y por la defensa del sector empresarial. Como era dífícil esconder la fuerte presencia de la derecha como factor convocante, tanto la del plano sindical como la del político, los de la USI salieron a declarar que estos sectores aparecieron en los últimos dos días queriendo aprovecharse de la marcha: “Los partidos de la oposición burguesa intentaron opacar el carácter autónomo de la movilización, con un pronunciamiento de última hora llamando a acompañar la marcha, a menos de 24 horas de su realización”[9]. Completamente falso. Tanto Henry Arias como Froilán Barrios y Pablo Castro, indiscutibles representantes orgánicos de los partidos de la derecha entre los trabajadores, para mencionar solo algunos individuos más conocidos, fueron netos impulsores iniciales de la marcha, como miembros orgánicos de sus partidos y movimientos de la derecha. Por ejemplo, ya para noviembre, el propio Pablo Castro, señalaba que "los grupos de trabajo de la MUD se están reuniendo desde ya con los sindicatos de trabajadores de las empresas que han sido estatizadas o están bajo amenaza de serlo, para definir el tipo de movilización, ya sea una marcha o concentración y en qué rutas se realizarán. Hasta ahora sólo se conoce que se realizará en la ciudad de Caracas, aunque no poseen una fecha definitiva para las movilizaciones en rechazo a las expropiaciones”[10]. Todo esto justo en momentos en que Froilán Barrios y el propio Pablo Castro, voceros sindicales de la coalición derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), declararan el 5/11/10, es decir cuando se comenzaba a organizar la marcha, que el gobierno debía tomar medidas favorables a los empresarios para incentivar la "creación de empleo en el sector privado.”[11], planteamiento en que coinciden Fedecámaras y los "empresarios bolivarianos". Los dirigentes sindicales y políticos de la USI, tienen el derecho a participar y hacer bloques políticos con quien les venga en gana, total, esa ha sido su característica: tener una política lejana de luchar por la independencia de clase. Ayer eran entusiastas animadores de la “revolución” que impulsa el “comandante” Chávez teniendo por ese entonces vínculos muy fluidos con ministros como Ricardo Dorado y María Cristina Iglesias, hoy, luego de su desencanto con el chavismo, con agentes políticos de la oposición burguesa entre el movimiento sindical y marchando también, quiéranlo o no, con sus propios representantes políticos, como Leopoldo López y Corina Machado. Pero no tienen el derecho a tergiversar los hechos y hacerles pasar "gato por liebre" a los trabajadores y las trabajadoras. En ningún lugar la marcha se planteaba que los trabajadores sí estamos por expropiar a los sectores empresariales pero sin indemnización alguna y bajo el control directo de los trabajadores. Como tampoco se plantea dentro de los propios acuerdos dentro de FADESS, aunque sí aparece claro que es contra las “expropiaciones”, un frente que surge justamente frente a la “expropiación” del gobierno de ciertas empresas. La USI se limitaba apenas a decir que son estatizaciones “inconsultas”, pero no levantaban la demanda sobre expropiación sin indemnización y bajo control obrero, porque esto chocaría con los aliados del momento en la marcha y haría inviable esa extraña “unidad”. Rechaza estas medidas del gobierno por considerarlas “arbitrarias y autoritarias”, y porque pueden poner en riesgo conquistas contractuales de los trabajadores. Es cierto. Sin embargo, al existir en el país (y en las propias empresas en cuestión) todo un polo nacional patronal que se opone por derecha al gobierno, y que también califica como “arbitrarias” y “autoritarias” estas medidas, y no plantear una clara alternativa ofensiva de independencia de clase, quedan mezclados con la oposición patronal, confundiéndose con la defensa del negocio privado que hacen los empresarios y sus lugartenientes. Los compañeros hacen gala de un sindicalismo bastante pobre, limitándose a rechazar estas estatizaciones porque ponen en riesgo derechos de los trabajadores, pero sin proponer un camino para que la clase obrera no sólo mantenga en pie sus conquistas, sino que también pueda tomar en sus manos la lucha contra las corporaciones privadas y los capitales imperialistas, que viven de chupar el esfuerzo de los trabajadores y las riquezas nacionales. Se siembra así la ideología reaccionaria entre los trabajadores que para poder tener empleo a los empresarios no hay que expropiarlos ni imponerles ningún control obrero. Aquí radica también lo peligroso de la USI, que en su afán de alianzas y lógica campista, terminan ayudando a infundir entre los trabajadores ideologías reaccionarias, quiéranlo o no, y se muestran completamente impotentes para combatir la ideología y prejuicios de la oposición patronal entre los trabajadores, y bregar por una alternativa de independencia de clase. Al no plantear una alternativa obrera de lucha anticapitalista, sino limitadamente antigubernamental, no de oposición de clase, sino sólo de oposición al gobierno, confunden sus banderas con las de sectores patronales que también se oponen a las medidas del gobierno, tal como observamos que aconteció en la marcha del pasado sábado05/02. Y además, impiden a la clase obrera se eleve del terreno limitadamente sindical al terreno de la lucha política revolucionaria anticapitalista y antiimperialista, el único terreno donde puede aspirar a disputar la dirección del movimiento de las masas explotadas y oprimidas, permitiendo entonces que sea el chavismo quien se proponga demagógicamente como una dirección “anticapitalista” y “antiimperialista” de las masas. Lo peor de esta política desastrosa es que bloquea una posible dinámica de irrupción de la clase obrera de manera independiente en el terreno social y político nacional. En lugar de marcar con fuerza las diferencias entre las demandas obreras y las demandas patronales al gobierno, mezclan sin ningún pudor las banderas y consignas en una misma movilización, contribuyendo a la "repolarización" que se propone el chavismo (entre el gobierno y la oposición burguesa) y colocando a los trabajadores y sus demandas a merced de la demagogia oportunista de la oposición patronal proyanqui. Naturalizando entre los trabajadores el hecho de marchar con semejantes personeros de las clases dominantes, inculcando más confusión, e impidiendo que la clase obrera se saque de encima el pesado lastre de movilizarse y confiar en uno u otro bando burgués, en lugar de confiar sólo en sus propias fuerzas y métodos de lucha y desarrollar una política propia como clase. Desde la LTS no nos sumamos a esta farsa La marcha sí fue “independiente” del gobierno pero no tuvo ningún ápice de independencia del sector empresarial, sus partidos de derecha, y del propio Estado (no olvidemos que los partidos de la derecha gobiernan importantes estados, ciudades y tienen un importante bloque de la Asamblea Nacional, siendo por tanto también parte del Estado burgués). Por todo esto, desde la LTS, que hemos venido luchando por forjar una salida independiente de los trabajadores, tanto del chavismo como del bloque de la derecha, no nos sumamos ni a las farsas de los sindicalistas del gobierno ni a las farsas que monta la derecha en el plano sindical y político, y no participamos de la marcha del 5/02. En el movimiento obrero continúan las luchas reivindicativas sectorizadas, aunque sin coordinación. Es necesario entonces luchar por la coordinación de las luchas en curso, concretado encuentros sectoriales, regionales y nacionales, de cara a planes regionales y nacionales de lucha unificados. Al tiempo que se trabaja por la coordinación y triunfo de las luchas en curso, urge luchar desde la clase obrera por forjar una alternativa de clase propia, para que el declive del chavismo no sea capitalizado por otras variantes patronales, sino por el conjunto de las masas explotadas del país, conquistando victorias de clase y el fortalecimiento de la capacidad de lucha y acción independientes. La tarea impostergable es luchar para que la clase obrera solamente confíe en sus propias fuerzas, métodos de lucha y sus propias organizaciones. Los trabajadores y las trabajadoras tendremos que prepararnos para acontecimientos más duros, donde surgirán nuevos movimientos y expresiones de la lucha de clases porque se van a multiplicar el desempleo, la falta de vivienda, los bajos salarios, el alto costo de los alimentos, entre otras carencias, y para enfrentar estas circunstancias serán claves la disposición de fuerzas de la clase obrera, su organización, su moral y su claridad estratégica y política. Notas: [1] Pero aclaremos que, a despecho de toda la demagogia del gobierno sobre “la revolución” y “el socialismo”, estas políticas no implican ningún camino de ruptura con el sistema capitalista ni la supuesta “transición al socialismo”, sino que se inscriben en la lógica de un proyecto de desarrollo nacional burgués de Chávez. [2] “Todo el espectro sindical, de la izquierda reformista y populista que aplaude incondicionalmente estas compras forzosas de empresas por parte del gobierno y cuestiona a los trabajadores que no se entusiasman con tales políticas, está pensando desde la lógica del Estado burgués y no de la autoemancipación de los explotados” (En Clave Obrera 25). [3] El Universal, 6/02/2011. [4] http://www.analitica.com/va/economia/opinion/9604048.asp [5] http://www.unionradio.net/ActualidadUR/Audios/Default.aspx?tpAudio=3&StartRow=0&id=129941 [6] http://www.razon.com.mx/spip.php?article63931 [7] http://www.unionradio.net/ActualidadUR/Audios/Default.aspx?tpAudio=3&StartRow=0&id=129957
Escribe tu mensaje aquí:
|
Escríbanos a [email protected]
La Liga de Trabajadores por el Socialismo de Venezuela integra
la FT-CI (Fracción Trotskista - Cuarta Internacional),
junto al PTS (
Partido de los Trabajadores Socialistas) de Argentina,
la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia,
la LRS (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica,
la LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contra Corriente) de México,
Clase contra Clase del Estado Español,
Clase contra Clase de Chile y
la LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil
|