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Otros Artículos / Comunicados, volantes y declaraciones

Jueves 10 de enero de 2013

Se posterga la juramentación de Chávez

Se posterga la juramentación de Chávez: Entre la tensión y la transición política

Por Milton D’ León


Al momento que escribimos este artículo ya es oficial que Chávez no asumirá su nuevo mandato el 10 de enero, postergándose hasta nuevo aviso la fecha de su juramentación, atada a su recuperación si es que eso ocurre. Tras un largo debate en la Asamblea Nacional (AN) el día 8/01, luego de una carta que el Vicepresidente Nicolás Maduro enviara y en la que supuestamente el propio Chávez comunicaba que no podría estar presente para la fecha de su juramentación, la misma resolvió, en función que el Presidente está "constitucionalmente en posesión del cargo" y que habiendo “continuidad administrativa” no era per se la jura el 10/01. Que por tanto el mandatario podría tomarse “todo el tiempo que necesite para recuperarse”, sin especificar fecha de retorno, continuando Nicolás Maduro como Vicepresidente al frente del ejecutivo, de igual manera que todo el tren ministerial, ya que no se ha declarado ni “falta temporal” ni “falta absoluta” de Chávez como para que asumiera el presidente de la AN, Diosdado Cabello.

Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el día 9/01, para ratificar lo resuelto en la AN, dictaminó que “no hay interrupción en el ejercicio del cargo", al tiempo que precisó que "aunque sea necesario el juramento, no es una condición para que se rompa con la continuidad administrativa", siendo que el día anterior ya había dictaminado también que no obligaría al presidente de la AN, a asumir la presidencia, en caso de que Chávez no pudiera estar el 10/01. Por la noche de ese mismo día, el Alto Mando militar expresaba su respaldo a Nicolás Maduro. Para el momento en que este artículo salga a la luz pública, el propio 10/01, se estará realizando una concentración masiva de las fuerzas del chavismo, frente al Palacio de Miraflores en apoyo a Chávez, “viniendo de toda Venezuela” para demostrar que el apoyo a Chávez no solo está en las urnas sino en las calles. El mismo evento contará con la presencia de figuras presidenciales como José Mujica de Uruguay, Daniel Ortega de Nicaragua, Evo Morales de Bolivia, Michel Martelly de Haití, así como representantes de una amplia gama de países de América Latina, como Brasil, Argentina, Ecuador, entre otros. Era la crónica de una ruta anunciada.

Los límites, por ahora, a una crisis abierta

Es de destacar que el evidente pacto entre las fracciones fundamentales del chavismo le ha puesto, por ahora, límites a una crisis política que podría abrirse en el país, en caso de que las propias fuerzas del gobierno no llegaran a un consenso. Este ha sido el aspecto que más se ha destacado luego de la ola de rumores, donde las tensiones internas en el chavismo podrían desatar fuerzas difíciles de conjurar si no llegaban a acuerdos de compromiso, y a lo que podrían haber estado apostando la oposición que por derecha se enfrenta a Chávez. Hasta el momento el chavismo ha logrado llevar adelante su “hoja de ruta”, en primer lugar, intentando mostrar una unidad entre todas sus facciones internas, conocidas por sus discrepancias y ubicación política en el entramado nacional, y en segundo lugar, por contar con una mayoría en la Asamblea Nacional que le ha permitido aprobar sin ningún tipo de trauma –al menos en la superficie-, como ya se había observado cuando ratificó a Diosdado Cabello en la presidencia de la AN junto a los otros dos vicepresidentes de la Cámara, también del bloque chavista, a lo que se le suma la avenencia del TSJ, donde la mayoría de sus magistrados son afines al chavismo, en dictaminar resoluciones para allanarle el camino a las fuerzas del gobierno.

Esta demostración de “unidad” (¿circunstancial?) entre los distintos bloques del chavismo, es lo que le ha permitido al gobierno sobrellevar la tensa situación que, por más tranquila que se le intentara mostrar, evidenciaba las fuertes grietas que se generan por las divisiones entre los distintos bloques de poder ya existentes. Y para hacer una clara demostración de fuerzas es que el gobierno realiza la masiva concentración en Miraflores, todo con el objetivo de hacer ver que lo que se expresó en las urnas el 7/10 y el 16/12, también se expresa en las calles en apoyo a Chávez, y a los pasos dados por el PSUV y el gobierno bajo la vicepresidencia de Maduro.

Y del exterior también

Pero hay otro factor fundamental que le ha permitido a las fuerzas del chavismo transitar su hoja de ruta sin grandes contradicciones por el momento, pues ni tontos ni perezosos, no descuidaron el factor externo. Ya sea el apoyo directo a la prórroga de la asunción dado por muchos de los gobiernos de América Latina, con Brasil a la cabeza, quien su cancillería se movió transitando tanto La Habana como Caracas, para dar el espaldarazo al gobierno venezolano. No en vano hacen acto de presencia en la masiva concentración del 10E varios presidentes latinoamericanos y caribeños, así como representantes políticos de muchos otros, mientras Cristina Fernández viaja directo a La Habana el viernes por la mañana. Pero tampoco el gobierno venezolano descuidó a los propios Estados Unidos, con quienes vino manteniendo reuniones oficiales desde el mes de noviembre, como la mantenida, por instrucción oficial, por el embajador en la OEA, Roy Chardertón, al mismo tiempo que la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, sostuvo en noviembre una conversación telefónica con el actual vicepresidente Nicolás Maduro. A EEUU le es favorable cómo se viene desarrollando la situación hasta ahora y, una vez conocida la decisión de la prórroga dada por la AN para la juramentación del nuevo mandato de Chávez, se limitó a manifestar que "ésta es una decisión que tiene que ser tomada por los venezolanos” y que, "con independencia de lo que pase políticamente en Venezuela, si el gobierno venezolano y si el pueblo venezolano quieren avanzar con nosotros, creemos que hay un camino para que ello sea posible" [1], es decir, avaló las decisiones tomadas por el gobierno nacional. Es claro que con esta actitud, lo que busca el imperialismo es sacar ventaja del eventual retiro, incapacidad o muerte de Chávez, como algo que le favorece para diluir al polo "bolivariano" en la región e ir recuperando posiciones en la propia Venezuela. De hecho, Chávez ya venía dando pasos hacia una mayor moderación, como son los acuerdos con Santos y el ingreso al MERCOSUR, dejando a la deriva a la ALBA como bloque con alguna “personalidad”.

La derecha “unida” pero no tanto

Pero si en el chavismo las divisiones son conocidas, las desavenencias en la oposición no lo son menos, acentuadas tras las dos derrotas electorales consecutivas que ha sufrido. Más aún, se han expresado también frente a cómo hacer frente a los propios planes del gobierno alrededor de la fecha del 10/01. Si bien desde el bloque de diputados de la MUD en la AN fustigaron para que asumiera Diosdado Cabello por la ausencia de Chávez, Capriles ya había manifestado, a su manera, que estaría abierto a una prórroga para la asunción de Chávez, sosteniendo incluso que la falta de Chávez podría calificarse como “falta temporal”, lo que abre el paso a que Chávez pueda asumir más adelante. La posición de Capriles, el más seguro candidato por la derecha, sería expresión de ganar más tiempo para reorganizarse frente a una eventual elección anticipada, tomando en cuenta los reveses sufridos electoralmente. No fue casualidad que en su declaración de prensa del día 08/01, se limitara a decir que conmina al TSJ, a dar al país una "clara" interpretación sobre lo que deberá ocurrir el próximo 10 de enero, al mismo tiempo que enfatiza que su rechazo a un supuesto llamado “paro cívico” para este jueves 10/01, enfatizando que “Nosotros queremos agotar el diálogo. No vamos a caer en ese escenario” [2]. Es de destacar que Capriles, en su declaración de prensa, apareció junto a Henri Falcón, disidente del chavismo y con peso propio en su región, y que también le ganara las elecciones al candidato del gobierno, en clara posición de una nueva fórmula política Capriles-Falcón hacia unas eventuales presidenciales, y que estaría en sintonía de la política de Capriles de correrse hacia el centro para disputarle las elecciones a Maduro. Como vemos, dos líneas políticas dentro de la oposición bastante disímiles, y una fórmula que contaría con el apoyo de Obama.

Las conveniencias para el chavismo

Es bien sabido que Chávez, si por alguna eventualidad lograre asumir nuevamente la presidencia, difícilmente terminaría dicho mandato, pues incluso esta variante es sumamente difícil que ocurra. Es manifiestamente claro que desde las principales facciones de poder dentro del chavismo, lo que buscan es ganar tiempo para un mejor reacomodo interno en la fase de transición abierta y de las cuotas de poder. Si fuere el caso que Chávez pudiera asumir, sería para garantizar en vida la elección de Maduro, y cerrarle de una manera segura el paso a los sectores de la oposición de la derecha. Es claro que evitando al momento una elección anticipada, tal como pujaba la derecha, si bien las chances pueden correr a favor de Maduro, no es lo mismo que estas se realicen sin el empujón activo con un Chávez actuando en la campaña, que en el estado de convalecencia actual. El no permitir unas elecciones anticipadas en lo inmediato, se entendería también, aún en el caso en que Chávez no asuma, para conseguir un período en el que Maduro se consolide al frente del gobierno, mostrando capacidad de mando, tanto en las facciones de poder, como entre las Fuerzas Armadas y en el entramado internacional, como una figura más viable de lo que se podría pensar o se lo intenta pintar que existe nada más por el empujón de Chávez. Esto obligaría, claro está, a que durante ese período no se tome ninguna medida antipopular, como por ejemplo, podría significar una devaluación de la moneda, presión a que viene sometido el gobierno. Un Nicolás Maduro entrando en campaña, pero gobernando, aumentarían más las chances de vencer a la eventual candidatura de Capriles en plena ausencia de Chávez, y podrían asegurar la continuidad política de las fuerzas del chavismo, con un claro pacto con las otras alas del aparataje oficial. Veremos.

La transición al post-chavismo

Lo que ya es claro es que el sistema político de gobierno y las formas de dominio ya no serán como lo ha sido en todos estos largos años, esto más allá de que continúen gobernando las fuerzas del chavismo. Se ha entrado en una nueva etapa política en el país, abriéndose paso a una transición hacia un post-chavismo que ya prefigura en el escenario nacional. Al no poder ocupar, ni Maduro ni ningún otro, el papel de árbitro y de bonapartismo, el régimen de dominio político ya no será el mismo, lo que abrirá tensiones y elementos de crisis política. La nueva forma de dominio político que surja, será un régimen que tampoco va a adaptarse fácilmente, con un rol de las FAN, de la Asamblea Nacional, atribuciones presidenciales, PDVSA, aparatos civiles y milicias "bolivarianas", etc. Entre los elementos de crisis en perspectiva está que las distintas facciones que se apoyan en estos sectores van a tratar de mantener o mejorar su tajada, la derecha y el imperialismo van a presionar por cambios en sentido de "democracia" liberal, etc. Y posiblemente las masas si bien con menos ilusiones, intenten defender de cualquier recorte posible de lo que consideren sus conquistas.

Se observa incluso cómo hasta la retórica del socialismo del siglo XXI desaparece de los discursos oficiales, yendo esto en el sentido de avanzar en mejorar relaciones con la gran burguesía y el imperialismo, suavizar los elementos más populistas del régimen y recortar las expectativas de las masas. Incluso, también lo vemos por la ubicación de las propias alas del chavismo, las disposiciones de Chávez antes de su viaje para su operación a Cubas, como tampoco es casualidad que Capriles ha sabido mantener distancia de las alas más radicales por derecha en la oposición, mostrándose como una figura más potable dentro de un post-chavismo, ahora acompañado por una figura como Henri Falcón, de peso regional, y que no tiene fama de derechista, al haber estado con Chávez durante un largo período. Se abren tiempos políticos donde aún todo está por verse en el país, y nada prefigura que será sin traumas ni crisis política, donde nuevos vientos soplarán en el país, que si tomamos en cuenta las no muy buenas condiciones económicas, como ya hemos explicado en otros artículos, un impacto de la crisis económica en el plano nacional con profundidad, acompañada de una caída de los precios del petróleo, acelerarían aún más las contradicciones internas que subterráneamente se mueven y que pueden salir a la superficie de manera inesperada.

La lucha por una perspectiva independiente de los trabajadores

En toda esta situación, los trabajadores y las trabajadoras, junto al resto de los explotados y oprimidos del país, son apenas convidados de piedra en todo lo que se juega en las superestructuras políticas y de las fuerzas de los grupos dominantes. Todo se juega a sus espaldas, y no precisamente en función de sus intereses fundamentales. Aunque comprendamos la preocupación de muchos trabajadores y del pueblo pobre venezolanos por la enfermedad de Chávez, desde la LTS creemos que nada puede esperarse del mismo y de la llamada "revolución bolivariana". En verdad, lo que se está demostrando cómo realmente el proyecto del chavismo se ha mostrado un verdadero fracaso frente a las ilusiones y esperanzas que millones sembraron sus expectativas, al ver que sus demandas fundamentales, en estos largos 14 años, se han visto frustradas. La derecha expectante se prepara, para por la vía de pactos y acuerdos, recuperar sus cuotas del poder en consonancia con su poder económico que nunca lo perdió. Redoblar la lucha por la independencia política de la clase trabajadora y los explotados se hace más imperante que nunca, para que los explotados y oprimidos puedan abrirse paso en una dinámica independiente frente a los futuros acontecimientos. A esto apostamos los que formamos parte de la LTS en nuestra infatigable lucha por la construcción de un partido revolucionario e internacionalista de los trabajadores.

[1Declaraciones de la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland el 9/01.

[2Declaración de prensa de Capriles Radonski, (El Universal, 8/01).






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