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Otros Artículos / Comunicados, volantes y declaraciones

Viernes 19 de diciembre de 2014

NACIONAL

Tras los acuerdos con Cuba: Estados Unidos aprueba sanciones al gobierno de Maduro

Por Milton D’León


Justo un día después que Barack Obama llegara a acuerdos con el gobierno de Cuba con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y otros temas centrales, firma la ley en la que se sanciona a funcionarios de Venezuela que, según el rasero yanqui, son considerados “responsables de violaciones a derechos humanos”. Las sanciones que habían sido aprobadas la semana pasada por el Congreso incluyen el congelamiento de activos y la prohibición para emitir visados a funcionarios del gobierno de Maduro. Si bien la llamada “Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela” permite aplicar dichas sanciones, esta queda en entera disposición del mandatario estadounidense hacer uso de la norma.

Apenas se diera a conocer el dictamen del mandatario estadounidense, Nicolás Maduro afirmó que Obama, ha dado "un paso en falso" en contra de Venezuela: "Repudio las insolentes medidas tomadas por la Elite Imperial de los Estados Unidos contra Venezuela”. Antes de la decisión de Washington de normalizar sus relaciones con Cuba, Maduro encabezó el lunes 15 una concentración en la que invitó a Estados Unidos a "meterse su visa, donde tiene que meterse la visa". A través de su cuenta twitter Maduro también afirmaba que Estados Unidos "reconoce el fracaso de las políticas de agresión y bloqueo contra nuestra hermana Cuba quien con dignidad ha resistido y vencido" y al mismo tiempo "inicia la escalada de una nueva etapa de agresiones a la Patria de Bolívar en medio del rechazo total de nuestro pueblo...". "Son las contradicciones de un imperio que pretende imponer su dominación por cualquier vía…", aseveraba.

Recordemos que Estados Unidos y Venezuela mantienen tensas relaciones y sus delegaciones diplomáticas se encuentran a nivel de encargados de negocios tras las expulsiones mutuas de sus embajadores hace cuatro años.

Ignorado por Washington

No se sabe si el Gobierno de Maduro estaba informado por La Habana de las discusiones que se venían desarrollando en secreto entre Estados Unidos y Cuba y que se han plasmado en el acuerdo que fuera anunciado este miércoles. Pero si juzgamos por las fuertes declaraciones del Gobierno venezolano, incluso de profundizar la ruptura de las relaciones luego de la votación en el Congreso de Estados Unidos de sancionar a funcionarios venezolanos, y las nuevas declaraciones luego del anuncio de dicho acuerdo de EE.UU. con Cuba, parece indicar que lo ha agarrado de sorpresa.

Algunos analistas afirmaban el mismo día en que se hacían públicos los acuerdos entre la Isla y la nación norteamericana, que del diálogo entre estos dos países podría cambiar la línea de confrontación verbal que tiene Venezuela hacia Estados Unidos. Lo sostenían en función de que Maduro ese mismo día hacía un reconocimiento al presidente Barack Obama por su acercamiento a La Habana. “Seguiremos buscando los mejores caminos para que las relaciones con el gigante del norte (Estados Unidos) tomen el rumbo que tienen que tomar”, dijo Maduro durante su participación en la XLVII Cumbre Presidencial del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se realizara en Paraná, Argentina. "Hay que reconocer el gesto del presidente Brack Obama, un gesto de valentía, necesario en la historia, dar un paso, quizá, el más importante de su Presidencia y Cuba de pie allí", dijo Maduro.

Es que para dichos analistas, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos “le estaría moviendo el piso” a la política de Maduro, y que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos puede también hacer más fácil que se limen asperezas entre Washington y Caracas. Pero con la resolución de Obama, al menos por parte de Estados Unidos no pareciera moverse en esta línea.

Justo el día miércoles 17, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y del PSUV, publicaba un artículo en el New York Times donde afirmaba que “Hace algunos meses, el Sr. Maduro extendió una rama de olivo a la administración de Obama al nombrar a un embajador en los Estados Unidos, e invitar a Washington a nombrar a un embajador en Venezuela. El Sr. Maduro también me nombró para dirigir una comisión de alto nivel para reparar las relaciones con el Gobierno de los Estados Unidos. Hasta la fecha, el presidente Obama no ha aceptado ni nuestro embajador, ni ofreció uno propio. Y no ha habido ninguna señal de Washington de alguna intención de involucrarse con mi comisión".

El propio Diosdado lo anticipaba en su artículo al escribir que “Sería lamentable que las sanciones contra Venezuela, a las que primero se opuso la Casa Blanca, ahora se conviertan en la forma en la que la administración Obama apacigüe a los miembros del Congreso que se oponen a la restauración histórica de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”. Al parecer, esto pudo haber prevalecido en la decisión del mandatario estadounidense. Casi adelantándose a la decisión de Obama, Diosdado Cabello concluía su artículo: “hemos tratado de avanzar hacia la mejora de las relaciones con el Gobierno de Obama, pero hemos sido rechazados".

Aunque parecieran dos políticas contradictorias como sostiene Maduro, el acuerdo con Cuba y la Ley votada contra Venezuela, en verdad son dos líneas tácticas distintas en el marco de una misma estrategia de posicionar al imperialismo estadounidense para incidir en el futuro de Cuba y Venezuela.

Más complicaciones en el horizonte

La aprobación de Obama cae el mismo día en que la firma calificadora Fitch rebajó la calificación de riesgo crediticio de la deuda venezolana a largo plazo, tanto en moneda local como extranjera, a "CCC" desde "B", lo que implica un alto riesgo de incumplimiento. Esta firma sostiene, según difundió la agencia Reuters, que la rebaja se debe a que el fuerte declive de los precios del petróleo en el cuarto trimestre del 2014 aumenta las presiones sobre la balanza de pagos del país, que depende fuertemente de sus ventas de crudo. Según la firma calificadora la posición de Venezuela en cuanto a liquidez es mucho más restringida ahora que en 2008, cuando la crisis financiera mundial derrumbó las cotizaciones del petróleo. Con esta rebaja de la Calificación de Riesgo de Crédito (IDR por su sigla en inglés), Venezuela se coloca al final de la lista de las calificaciones de deuda de Latinoamérica. Todo esto, mientras el precio del crudo venezolano continúa en bajada, y lejos están las perspectivas de algún nivelamiento, al menos en el que lo desea el Gobierno venezolano, peor aún tomando en cuenta el derrumbe de la moneda rusa y la crisis en dicho país que puede llegar a tener un impacto mayor todavía.

Uno de los motivos que se han señalado mucho de que ha apurado a Raúl Castro en los entendimientos con Estados Unidos es que la gran ayuda que le estuvo llegando desde Venezuela podrían estar peligrando por la crisis que afronta este país producto de la caída de los precios petroleros. “El negocio político y económico (para Cuba) ya no está en Venezuela, quizás esté en el mismísimo Estados Unidos. Además, el subsidio petrolero llega a su fin, y eso podría generar un cambio en las prioridades de la política exterior cubana” sostenía un articulista del diario El País de España este mismo jueves. El propio Raúl Castro sabía lo que resolvería Obama respecto a Venezuela, pero los intereses de la realpolitik cubana primaron, como siempre lo han hecho los intereses de la burocracia castrista para sobrevivirse. En este sentido Maduro pareciera que se ha quedado colgado con su mejor aliado del Caribe. Es muy temprano aún para sacar todas las conclusiones, incluso si esta aseveración es correcta, pero al parecer todo parece encaminarse en este sentido.

La pregunta más inmediata es cómo el acercamiento en ciernes entre Estados Unidos y Cuba va a afectar el comportamiento de Venezuela, el aliado más importante de Cuba en América Latina. El año que viene será un año crítico para Maduro, y él está buscando cualquier línea de vida que podrían proporcionar un respiro económico, aunque una restauración de las relaciones con Estados Unidos no le va a resolver los problemas. La caída en picada la economía de Venezuela y su impacto negativo en el partido de gobierno, el PSUV, es en gran parte el resultado de problemas estructurales que no pueden revertirse fácilmente. Es muy poco probable que Maduro sea capaz de hacer frente a estos problemas sin incurrir en grandes costos políticos. Por lo que vemos, el restablecimiento de los lazos políticos con Estados Unidos va a depender más de factores domésticos en que se mueve Obama, o un sucesor si estas tensiones se mantienen.


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