Entre gallos y medianoche, los directivos del Sutiss, José Meléndez (secretario de organización), Alexander Ramírez, Leonel Griset, Tomás Molina, en supuesta representación de los trabajadores de Sidor y del Sindicato, se reunieron con el gobierno en la madrugada del jueves para pactar un acuerdo sobre el contrato colectivo a espalda de los obreros sidoristas. Es lo que se ha dado en llamar el madrugonazo de la traición, al ser anunciado en todos los medios por el propio José Meléndez el supuesto acuerdo que se habría firmado, que rápidamente fue respaldado por el propio gobierno nacional y los directivos de la empresa, lo que causó estupor en las filas de los trabajadores ya que la mayoría y principales directivos del sindicato no estuvieron presentes en dicha reunión, y anunciaban que no había ningún acuerdo.

Eran las 6 de la mañana del jueves, y en medio de una asamblea general en el Portón 3 de la acería- en la que el propio Mélendez brilló por su ausencia sin dar la cara frente a los trabajadores- unánimemente los trabajadores rechazaban lo supuestamente acordado, ratificando sí, una nueva marcha en protesta por la represión del lunes 11 por parte de la Guardia Nacional, y por el contrato colectivo cónsono con las demandas del conjunto de trabajadores. Esto hizo que nuevamente los trabajadores se sintieran en las calles de Ciudad Guayana para repudiar el contrato colectivo que quiso venderles el Gobierno con la traición del secretario de organización de Sutiss, José Meléndez, junto a los otros dirigentes sindicales sin facultad para aprobar el acta de culminación de la negociación colectiva.

Este viernes, nuevamente los trabajadores realizaron una masiva asamblea, donde volvían a denunciar lo acordado por Meléndez y los otros directivos, donde se toma la decisión de no aceptar tal firma del contrato, impugnando el dicho acuerdo por ilegal ante el Ministerio del Trabajo, y en donde se anuncia que Meléndez sería expulsado del Sindicato. El firmante del tal acuerdo, mientras escribimos esta nota continúa sin aparecer por la empresa, mientras todos los medios oficiales anuncian lo que se habría acordado con el nuevo convenio colectivo. La operación política del Gobierno para poner fin a la lucha de los trabajadores sidoristas, tras cuatro años de vencimiento del contrato colectivo, generó el efecto contrario, causando más arrechera en la masa laboral.

Es a todas claras que el gobierno de Maduro, luego de las truculentas declaraciones de Diosdado Cabello, la dura represión del lunes 11, y viendo que se le hacía difícil doblegar al conjunto de los trabajadores, busca imponer un convenio ilegal por la fuerza, y con la total complicidad de varios directivos, entre los que se destaca José Meléndez, en abierta traición a los trabajadores. Esta es la manera en la que el gobierno de Maduro, mientras avanza en acuerdos con sectores empresariales haciéndole más y más concesiones, y prepara un duro plan de ajuste, le responde a los trabajadores violando incluso la propias normativas laborales y los derechos más elementales de los obreros.

El directivo José Meléndez es dirigente también de la organización Marea Socialista, corriente interna en el PSUV, y que viene de participar en un congreso de este partido donde se resolvió apoyar las nuevas medidas de ajuste que prepara el gobierno de Maduro. Frente a esta abierta traición, esta corriente ha guardado un cerrado silencio hasta el momento en que escribimos esta nota, sin pronunciarse, y como el que calla otorga frente a un hecho de gran repercusión nacional, demuestra con esto el aval a lo llevado a cabo por uno de sus principales dirigentes, haciéndose cómplice abierto de este acto antiobrero y esquirol. De nada sirve lo que ha venido sosteniendo, como corriente interna del PSUV, de no concordar con ciertas políticas de Maduro en materia laboral, si en los hechos, y cuando hay que demostrar realmente estar del lado de la causa obrera, guarda siliencio, y por lo tanto demuestra estar del lado de la causa de un gobierno que busca someter a los trabajadores, los reprime y busca imponerle medidas por la fuerza en total detrimento laboral. Los militante de esta organización están obligados, como una cuestión elemental, en rechazar lo que lleva a cabo su dirección, no haciéndose cómplice de tales decisiones que van en contra de la lucha de los trabajadores.

La fuerza y decisión de las bases obreras son las que han venido dándole fuerza a la lucha por el convenio colectivo en Sidor. Desde la LTS llamamos a continuar esta lucha, repudiar y expulsar de las filas obreras a los traidores, y no permitir que ningún directivo sindical negocie a sus espaldas, confiando en sus propias fuerzas, decidiendo cada paso de lucha en asamblea. Basta de negociaciones a espaldas de los trabajadores. La causa de la lucha de los trabajadores de Sidor, es la causa de los obreros del país que vienen sintiendo que la crisis es descargada sobre sus espaldas. Es más urgente que nunca la más amplia solidaridad con esta lucha, y de manera concreta urge convocar a un Encuentro Nacional de Trabajadores en la propia Guayana, con delegados de fábricas y lugares de trabajo mandatados por asambleas de base, para que sean los propios trabajadores los que decidan los caminos a seguir, resolviendo un plan de lucha y un programa de salida obrera a la crisis.