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Comunicados, volantes y declaraciones
Jueves 30 de mayo de 2013 LA CLASE OBRERA DEBE ORGANIZARSE DE FORMA INDEPENDIENTE TANTO SINDICAL COMO POLÍTICAMENTE Marcha 30/05: Para los empresarios, todo; para el pueblo trabajador, inflación y bajos salarios LTS Mientras desde el Gobierno se avanza en concesiones y acuerdos con los sectores empresariales, exonerándolos de impuestos, subsidiándolos y hasta prometiéndoles “revisar” los precios periódicamente para que puedan seguir aumentando sus ganancias, se continúa pechando al pueblo. A al Gobierno ni se le pasa por la cabeza exonerar al pueblo trabajador del pago del 12% de IVA en los productos de consumo, “revisar” los rezagados salarios que cada día pierden su poder de compra y la "estructura del costo" de la vida que se eleva a ritmos acelerados. La inflación, que en los primeros tres meses del año ya lleva un 12,4% acumulado, se sigue devorando el salario, ya depreciado por las recientes devaluaciones de la moneda. El pueblo sigue cargando con la alta carestía de la vida, con un aumento en los tres primeros meses de un 15,7% en la canasta alimentaria, y si tomamos la cesta básica en su conjunto estamos frente a índices muy superiores, mientras el precio de la vida en la calle se hace sentir con mayor fuerza. Los salarios de la clase trabajadora continúan estancados, perdiendo cada día su valor real de compra, y el poco aumento del salario mínimo rápidamente fue devorado por el aumento acelerado de los precios. Por Miraflores y otros ministerios han desfilado todos los sectores empresariales; el Gobierno se compromete a apoyarlos: es lo que llaman “la nueva economía”. El propio presidente Nicolás Maduro se reunió con el máximo representante de las Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, declarándole: “Lorenzo, todo el apoyo que necesites te lo daremos, estamos listos para apoyarte y así le diremos a todo el mundo”, que es la misma línea para todo el sector empresarial del país. Y para demostrar que no se trata de simples declaraciones a los capitalistas, Maduro autorizó el aumento de un 20% de los productos de la leche, la carne y el queso, y cede a sus peticiones asegurándoles revisar los precios cada tres meses ante el reclamo de que por problemas de “costos” los precios necesitan “ajustarse", mientras se prepara una mayor liberación de precios en toda una serie de productos. ¿Y para el pueblo trabajador? El Gobierno atiende a los capitalistas pero los/las trabajadores/as se ven obligados a realizar movilizaciones y paros para por lo menos ser atendidos, aunque no reciben más que promesas. Así, por ejemplo, los obreros, empleados y docentes universitarios de todo el país han venido luchando desde hace meses por aumentos salariales y la contratación colectiva, y al sol de hoy no tienen ninguna respuesta más que discursos y dilatorias “mesas de trabajo” amañadas. La misma situación viven los trabajadores cementeros del país, que llevan cinco años sin firmar la nueva convención colectiva nacional, forzados a paralizar algunas plantas para al menos ser escuchados. El llamado “Gobierno de calle” en Guayana ha pasado por alto todas las contrataciones colectivas de las empresas básicas. Es la misma situación de los trabajadores públicos de las gobernaciones en manos de la oposición, como en Miranda, donde también han salido a protestar, como así en muchos otros sectores laborales dependientes del Estado de ambos colores políticos. En el sector privado es la misma situación, tal como lo vemos en las empresas EFE y en Coca-Cola Femsa, que dependen del propio grupo Polar, y cuyos trabajadores llevan largos meses sin que la empresa acceda a sus demandas. Por un encuentro nacional de trabajadores y trabajadoras en lucha Por todo esto, y frente a los ataques del Gobierno, de los empresarios privados y también de la oposición de derecha en las distintas gobernaciones y alcaldías que dirige, tenemos que organizarnos para luchar. Desde la LTS hemos venido insistiendo en que los trabajadores y las trabajadoras, junto al conjunto de los explotados, tenemos que avanzar hacia una mayor unidad para salir a luchar y pelear por nuestras demandas. La clase obrera no puede quedar presa de optar entre las opciones que se disputan el mando del país burgués, no puede tampoco paralizarse a la expectativa de qué hacen uno u otro bando: el Gobierno de las devaluaciones, de la negativa a discutir las contrataciones colectivas y la criminalización de las luchas obreras, y la oposición proimperialista, que pregona un capitalismo “sin restricciones” y mayores “libertades” para los explotadores. Debemos proponernos y exigir a las organizaciones sindicales que se reclaman representantes de la clase obrera que convoquen a un encuentro nacional de emergencia de trabajadores, que dé una respuesta como clase ante la actual crisis y la realidad económica y social del país, que se descarga sobre los salarios y derechos laborales. Un verdadero encuentro nacional de trabajadores, no un “encuentro” limitado a la presencia de las direcciones sindicales burocráticas, como acostumbran hacer, esas direcciones sindicales que en la gran mayoría de los casos actúan totalmente de espaldas a los trabajadores, a quienes dicen representar, pero a quienes no consultan prácticamente nada de lo que hacen o dejan de hacer. Un encuentro con delegados/as votados/as en asambleas en cada lugar de trabajo, con mandato de las bases y que sean revocables, con asambleas deliberativas y no solo informativas, como por lo general hacen los dirigentes burocráticos, que sean abiertas a toda la base de los trabajadores, sin ningún tipo de requisito previo más que el de ser trabajador, con base a la más clara democracia obrera, con libertad de opinión y discusión. Un encuentro nacional de trabajadores donde discutamos inflación, endeudamiento estatal, devaluación, postergación salarial, incumplimiento o negativa a la discusión de las contrataciones colectivas, los ataques a los que luchan tanto en la empresa privada como en el sector estatal, la criminalización de las luchas y el amedrentamiento patronal, etc. Un encuentro para compartir experiencias de lucha, para juntar la rabia obrera contenida, para discutir la coordinación de las luchas, de los reclamos y un verdadero plan nacional de lucha unificado. Basta de retrasar la discusión de los convenios: discusión ya de todos los contratos colectivos, imponiendo reales conquistas de los trabajadores. Luchemos por un aumento general de salarios, que ningún trabajador y trabajadora gane menos de lo que cuesta la canasta familiar. Contra la carestía de la vida y la inflación es necesario luchar por imponer la escala móvil de salarios, estableciendo una cláusula de ajuste salarial mensual al aumentar la inflación en todos los contratos y convenios. Contra el aumento de los precios y la especulación impongamos el control de precios por los propios/as trabajadores/as; contra el desabastecimiento y el acaparamiento construyamos comités de abastecimiento obrero-populares. El Gobierno alega que son los capitalistas quienes sabotean la producción, entonces, para impulsar que esta esté al servicio del pueblo: ¡expropiación sin pago de las principales empresas de alimentos y su funcionamiento bajo gestión obrera!, ¡todas las empresas estatales deben producir bajo gestión obrera directa!, ¡estatización de la banca bajo control de sus trabajadores y usuarios de escasos recursos!, ¡no al pago de la deuda externa! ¡Dinero para la educación, salud, vivienda y producción de alimentos, no para los bancos imperialistas! ¡Expropiación de todos los terratenientes! ¡Tierra, maquinaria y créditos baratos para las cooperativas campesinas! ¡Ni un bolívar más para los capitalistas! Por una herramienta política de los trabajadores Pero no basta con defender la independencia sindical, tenemos que contar con una herramienta para hacer efectiva la independencia política de la clase obrera. En este sentido, para evitar que la crisis del chavismo la capitalice la oposición de derecha, los trabajadores debemos avanzar en construir nuestra propia herramienta política basada en las organizaciones obreras, de intervención política independiente. La clase obrera debe conquistar su independencia política, tanto frente a la derecha como ante las distintas variantes del chavismo, ahora con Maduro y su entorno; ellos son enemigos de la organización obrera independiente. Es preciso tomar conciencia de que solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas para forjar nuestros destinos y de que nuestra liberación será obra de nosotros mismos. Una herramienta política propia de los trabajadores facilitaría el camino a la construcción de un partido obrero revolucionario e internacionalista que lleve la lucha hasta el final, pues no habrá solución a las demandas fundamentales si no es en el combate decidido en la perspectiva de la lucha por un Gobierno propio de los trabajadores y el pueblo pobre, poniendo las riquezas sociales al servicio de las mayorías, de quienes las producen, única manera real de avanzar hacia una revolución obrera y socialista.
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