Los estudiantes debemos apoyar las demandas salariales de los trabajadores universitarios (empleados, obreros y profesores

Un período convulsivo en el país es el terreno de estas elecciones estudiantiles. / BARRICADA Juventud Revolucionaria Anticapitalista

Sobre las necesarias luchas o procesos de organización que harían falta en la universidad para conquistar reivindicaciones estudiantiles, obreras o profesorales, o para abrir brechas en el régimen antidemocrático de la misma, se cierne una especie de efecto paralizante. Ese efecto es el que se produce cuando al hablarse de cualquier reivindicación o tema universitario salen al asalto del mismo las dos fuerzas políticas que acaparan actualmente el escenario nacional...

En la conmemoración de la semanda del estudiante en nuestro país queremos destacar una de las luchas actuales de gran importancia como lo es la que están llevando acabo los estudiantes chilenos que se levantan contra la herencia neoliberal del pinochetismo, el régimen que aplastó a sangre y fuego el proceso de insubordinación de la clase obrera y el pueblo chileno en los 70’s. Ellos luchan por el derecho a la educación pública y gratuita.

Desde quienes impulsamos La hoja zurda (LTS y estudiantes independientes), denunciamos abiertamente la histórica violación de la autonomía por la casta profesoral y los partidos de la derecha, al permitir y promover la penetración directa en la misma del capital privado y sus intereses, pero nos oponemos categóricamente a la injerencia del Estado y el gobierno en la universidad, que también viola la autonomía.

Hoy martes, 17 de mayo, se llevó a cabo una asamblea de base de los obreros de la Facultad de Ingeniería de la UCV, donde los trabajadores resolvieron, entre otras cuestiones sobre asuntos particulares, rechazar las antidemocráticas elecciones de autoridades que rigen actualmente en la universidad, como por ejemplo las elecciones para decanos y decanas de las facultades, que están pautadas para el próximo viernes 20 de mayo.

Para el 20 de mayo están convocadas las elecciones de autoridades para las facultades, y se nos invita, como cada cuatro años, a legitimar el poder de un reducido grupo de profesores/as, a entusiasmarnos y convalidar con su voto una “elección” en la que no tenemos posibilidad alguna de definir los resultados: es decir, en sentido estricto, no podemos realmente elegir, pero sí legitimaríamos todo el entramado de poder autoritario que nosotros mismos padecemos, ante el cual a menudo nos hayamos indefensos o en la impotencia. A los obreros y empleados administrativos, a los profesores/as instructores/as, no se los toma en cuenta ni siquiera para legitimar esta elección, sencillamente es como si no existieran.

El presupuesto para las universidades públicas está nuevamente en el centro del debate universitario y, hasta cierto punto, trasciende las paredes de estas. Las autoridades de las universidades públicas autónomas (UCV, UC, ULA, UDO, LUZ y USB) encabezan el reclamo por un mayor presupuesto, en tanto que el gobierno nacional desestima la necesidad presupuestaria, argumentando que es un asunto de mala o inadecuada administración, poniendo como ejemplo que las universidades controladas por el gobierno albergan más estudiantes con menos recursos que las autónomas.

La lucha por un mayor presupuesto para la educación pública no es ninguna novedad en los países latinoamericanos, dada la naturaleza capitalista y dependiente de las economías, cuya subordinación al capital imperialista hace que los recursos para las necesidades básicas de la población sean siempre insuficientes. Venezuela no fue ni es la excepción. En los 90’s las luchas por un presupuesto justo para las universidades se hicieron cotidianas, sin que hubiesen mayores diferencias en este punto dentro del movimiento estudiantil, los/as trabajadores/as, profesores/as y las corrientes de izquierda. Pero hoy la polarización nacional entre el gobierno chavista y la oposición burguesa hace que un sector de la izquierda estudiantil y las direcciones sindicales, afines al gobierno nacional, nieguen esta lucha, ante el hecho de que es levantada por las autoridades rectorales, las federaciones estudiantiles y los sindicatos de profesores, alineados con la oposición burguesa. Los primeros ponen el acento del problema sólo en las desigualdades y corrupción internas, y los otros exigen más presupuesto al tiempo que avalan el manejo antidemocrático y corrupto del mismo.

Más de 3000 trabajadores universitarios de la UCV y de otras universidades del país se movilizaron en Caracas exigiendo el pago de las deudas que el gobierno tiene con la masa laboral universitaria

El gobierno nacional, a través del Ministerio de Educación Superior, mantiene la intransigente posición de no cumplir íntegramente con el contrato colectivo (Normativa Laboral) de los trabajadores universitarios, el mismo que fue firmado pomposamente en cadena de radio y televisión, completamente funcional a la propaganda oficial. La deuda de la homologación del 30% de aumento de nueve meses de 2008 (enero-septiembre) así como el aumento del HCM a 20 Bs.F., son las más visibles violaciones al contrato colectivo

Continuando con el triunfo logrado en el referéndum del 22 de octubre –al que se llegó producto de la movilización y asambleas y Consejos Ampliados–, el pasado 7 de noviembre se obtuvo otro triunfo al ganarse el Centro de Estudiantes con el 49,7% de los votos contra 34,9% y 11,3% de las dos planchas de la derecha (Vínculo e Integración, la última influenciada por Un Nuevo Tiempo), y ser la primera lista en la representación estudiantil al Consejo de Escuela, teniendo los dos candidatos más votados, con 171 y 137 votos respectivamente.

El hastío con un sistema de gobierno, de gestión y de “búsqueda del conocimiento” completamente antidemocrático y excluyente, se expresó con mucha fuerza entre el estudiantado, los trabajadores y muchos profesores la escuela, dando inicio a un importante proceso de lucha por una radical transformación democrática de la escuela (y la universidad). Sin embargo, ante la esperable oposición del decanato y la derecha profesoral a reconocer los resultados del referéndum, se ha entrado en una suerte de “punto muerto”. ¿Por qué?, es lo que queremos discutir en esta breve nota.

Continuando con el triunfo logrado en el referéndum del 22 de octubre –al que se llegó producto de la movilización y asambleas y Consejos Ampliados–, se acaba de obtener otro triunfo este 7 de noviembre al ganar el Centro de Estudiantes y ser la primera lista en la representación estudiantil al Consejo de Escuela con el 49,7% de los votos contra 34,9% y 11,3% de las dos restantes planchas de la derecha (Vínculo e Integración, respectivamente, la última influenciada por Un Nuevo Tiempo), para el Centro de Estudiantes, y para el Consejo de Escuela, teniendo los dos candidatos más votados

En Sociología estamos dando un histórico paso en el camino de una democratización radical de la universidad, lo que ha sido posible por la unidad lograda en la lucha –incluyendo un importante sector del profesorado– así como por el método de asambleas y movilización. Tiene una gran importancia que sea un movimiento políticamente independiente, tanto de la oposición burguesa como del gobierno nacional, expresando genuinamente las exigencias de cambios radicales en la carrera, y la universidad, de un grueso sector de la escuela. Desde Contracorriente formamos parte de la plancha Alternativo, que es una expresión de esta unidad en la lucha, a la cual hemos aportado con todas nuestras modestas fuerzas.

Un contundente triunfo democrático, producto de la movilización y participación directa en asambleas y Consejos de Escuela Ampliados, acaba de producirse en la escuela de Sociología de la UCV: poco más de un mes de lucha condujo a un referéndum democrático, con participación igualitaria de todos los miembros de la comunidad (estudiantes, profesores/as y trabajadores/as), en el cual, mediante el voto universal se aprobaron, con un 60% de participación (récord histórico en los últimos años) mecanismos que dan un paso al frente contra esta universidad de los privilegios.